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Audiencia jubilar 9 abril 2016

Destaca el Papa la limosna como elemento esencial de la misericordia

Durante la audiencia jubilar de este sábado 9 de abril, el Papa habló sobre la limosna.

 

Papa Francisco.- El término “limosna” deriva del griego y significa precisamente “misericordia”. La limosna, por tanto, debería llevar consigo toda la riqueza de la misericordia. Y como la misericordia tiene mil caminos, mil modalidades, así la limosna se expresa de tantas formas, para aliviar el sufrimiento de los que están necesitados.

 

También se refirió a la caridad.

 

Papa Francisco.- “Da generosamente y mientras dones, tu corazón no entristecerá”. Esto significa que la caridad requiere, sobre todo, una actitud de alegría interior. Ofrecer misericordia no puede ser un peso o un aburrimiento del que liberarse rápidamente.

 

Expresó que no es la apariencia lo que cuenta, sino la capacidad de detenerse a mirar a la cara a la persona que pide ayuda.

 

Papa Francisco.- La limosna es un gesto de amor que se dirige a los que encontramos; es un gesto de atención sincera a quien se acerca a nosotros y pide nuestra ayuda, hecho en el secreto donde solo Dios ve y comprende el valor del acto cumplido.

 

Texto completo:

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

La limosna es un aspecto esencial de la misericordia. En efecto, el término “limosna” significa “misericordia” y tiene muchos modos de manifestarse. En la Sagrada Escritura, Dios nos muestra su atención especial por los pobres y nos pide que no sólo nos acordemos de ellos sino que les ayudemos con alegría. Esto significa que la caridad requiere una actitud de gozo interior. Un acto de misericordia no puede ser un peso del cual nos tenemos que liberar cuanto antes. El anciano Tobías, en el Antiguo Testamento, nos da una sabia lección sobre el valor de la limosna. Nos dice: «No apartes tu rostro de ningún pobre, porque así no apartará de ti su rostro el Señor» (Tb 4,8).

Lo que cuenta es la capacidad de mirar a la cara de la persona que nos pide auxilio. La limosna es un gesto sincero de amor y de atención ante quien nos encontramos, y, como nos exige el mismo Jesús, tiene que hacerse para que sólo Dios lo vea. Tengamos siempre presentes en nuestra vida las palabras del Señor: «Mayor felicidad hay en dar que en recibir» (Hch 20,35).

 

Saludos

 

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Los invito practicar la limosna como signo de misericordia y a no olvidar de mirar a los ojos de quien les pide ayuda; así, Dios no les ocultará su rostro. Muchas gracias.

 

 

 

 

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