Las lágrimas de Dios
La indiferencia e indolencia es un pecado grave de omisión, ya que nos convertimos en espectadores pasivos ante un hecho grave, como el aborto.
La indiferencia e indolencia es un pecado grave de omisión, ya que nos convertimos en espectadores pasivos ante un hecho grave, como el aborto.
Judaísmo, Cristianismo y el Islam coinciden en que la Misericordia de Dios es uno de sus atributos fundamentales. Un importante punto de encuentro.
La periodista ofreció una plática en la UPAEP en la que narró sus experiencias cubriendo tres pontificados.
El Papa en la Audiencia General reflexionó sobre el segundo capítulo del Génesis en el cual leemos que Dios creó primero al hombre y luego a la mujer.
¿Quién es el testigo?, se pregunta en el Regina Coeli; y contesta: El testigo es el que vio, recuerda y relata; sobre todo, es el que ha cambiado vida.