Iglesia de Cuautla abre centro recreativo para niños de la calle
“La Casa de los Niños”, a través del juego, desarrollará un proceso de aprendizaje informal para reintegrar a estos niños en el sistema escolar formal.
“La Casa de los Niños”, a través del juego, desarrollará un proceso de aprendizaje informal para reintegrar a estos niños en el sistema escolar formal.
La fe la viven, no los que “hablan”, sino sólo quienes se esfuerzan por traducir en hechos el Evangelio. Y esto es esencial al educador católico.
El Papa habla sobre Ayotzinapa, Donald Trump, migración y hace mención especial del pueblo mexicano, cuya vitalidad sólo se explica por Guadalupe.
“La noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza”.
Con base en la 1ª Lectura (Jonás y la ciudad de Nínive), explica que la misericordia se acerca a toda situación para transformarla desde adentro.
El flujo del capital no puede determinar la vida de las personas; invita a soñar el México que sabe reconocer en el otro la dignidad de hijo de Dios.
Celebra con ellos el Jubileo de la misericordia, para que quede claro que tienen la posibilidad de escribir una nueva historia hacia delante.
«En el arte de ascender, el triunfo no está en no caer, sino en no permanecer caído». Les aconseja repetirse: Riqueza, esperanza y dignidad.
“Le voy a pedir a Jesús que los haga crecer con mucho amor, con mucho amor, como tenía Él. Con mucho amor para ser cristianos en serio”, les dice.
Hace memoria de Tata Vasco, «el español que se hizo indio», y exhorta a imitarlo y evitar la tentación de caer en la resignación.
“Vivir en familia no siempre es fácil”, pero prefiere una familia herida, que intenta conjugar el amor, a una familia enferma por el encierro.
“Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia”, advierte el Papa.