Las marchas por la paz (2004) y por la familia (2016) fueron impresionantes, porque los mexicanos sí saben quién es el “Masiosare”: la corrupción y la violencia.
El Papa Francisco, el rezo del Ángelus, le dice a los fieles que la represalia no lleva jamás a una solución del conflicto y que el mal lleva siempre a otro mal.