1) Para saber
¿Cómo se puede llegar a conocer a Dios? El Papa Francisco da la respuesta: A través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios.
Recordó que el amor de Dios no es como el de las telenovelas, sino que es concreto y eterno, como lo mostró a través de su Hijo Jesucristo. Así, el amor al prójimo, que también es real, nos lleva al amor de Dios.
Las telenovelas nos presentan amores, muchas veces, sólo sentimentales que son irreales; los actores están representando una ficción, están actuando.
Pero el amor de Dios es un amor sólido, fuerte, eterno, amor con obras.
2) Para pensar
Se cuenta que un sabio maestro encontró a sus alumnos jóvenes que se declaraban en contra de la atadura del matrimonio, argumentando que el romanticismo constituye el sustento de las parejas, y si se apaga, es preferible acabar con la relación.
El maestro los escuchó y después les relató su testimonio personal: Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá sufrió un infarto y falleció en brazos de mi padre.
“Después del sepelio, estábamos mis hermanos y yo con mi padre. En un ambiente de dolor, de pronto pidió: ‘Llévenme al cementerio’.
“¡Pero papá, son las 11 de la noche! Pero insistió: ‘No discutan por favor, ¡vamos!’
“Con permiso del velador llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos: ‘Fueron 55 buenos años… ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no ha compartido toda su vida con una mujer así… Ella y yo estuvimos juntos en todo. Alegrías y penas. Cuando nacieron ustedes, cuando me echaron de mi trabajo, cuando ustedes enfermaban… Compartimos la alegría al terminar sus estudios, lloramos cuando se marcharon, rezamos juntos en la sala de espera de muchos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos y perdonamos nuestras faltas… Ahora se ha ido, y ¿saben por qué estoy contento? Porque se fue antes que yo y no tuvo que sufrir al enterrarme y quedarse sola. Le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera…’
“Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo, llorando, lo abrazamos. Él nos consoló: ‘Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día’.
“Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios. Es una alianza capaz de sufrir y negarse cualquier cosa por el otro”.
Cuando el maestro terminó, los alumnos no pudieron debatirle. Ese tipo de amor verdadero les superaba. El maestro les había dado la lección más importante de sus vidas.
3) Para vivir
Como Dios es amor, dice el Papa, sólo por el camino del amor tú puedes conocer a Dios. ¿Y cómo puedo amar lo que no conozco? Ama a aquellos que tienes cerca. “Y ésta es la doctrina de dos Mandamientos: El más importante es amar a Dios; pero el segundo es amar al prójimo. Pero para llegar al primero debemos subir por los escalones del segundo: es decir a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor”, afirmó.
En la persona de Jesús, que murió por nosotros, podemos contemplar el amor de Dios, y siguiendo su ejemplo “llegamos –escalón por escalón– al amor de Dios”.
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