Monseñor Pedro Agustín Rivera, Rector del Templo Expiatorio a Cristo Rey, llama a los jóvenes a amar como Jesús nos ha amado, porque nuestra misión es amar como Cristo. Así también, los anima a ser misioneros alegres y a acercarse a Dios en los momentos difíciles y a adoptar la palabra “amor” en toda su extensión, sin caer en modismos. Los exhortó a ser ¡misioneros de Cristo para toda la vida, misioneros de Cristo hasta la eternidad!
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La unidad familiar tan deseada, no es un objetivo fácil; pero su Creador nos ofrece las ayudas necesarias.
Si Cristo es nuestro rey, no deberíamos tener problema para regalarle una hora de nuestra semana para asistir a Misa.
La vida es un tesoro, sin ella simplemente no seríamos. Sin embargo, es una realidad que entraña gran valor y no se limita a un modo de ser.
La oración es ese diálogo amoroso que tenemos con Dios que puede ser por medio de fórmulas ya establecidas o con una sencilla conversación a lo largo de nuestros días.
Sigue la voz del Buen Pastor que siempre cuida de ti. Vuelve al rebaño y encuentra paz y propósito.
