Retomando el tema sobre el papel del adulto mayor, el Papa en la Audiencia General del 11 de marzo habló sobre la importancia de los abuelos en la familia y en la sociedad. La senectud es una etapa especial de la vida y novedosa para la espiritualidad cristiana. También recalcó que los adultos mayores tienen una misión que cumplir en su vida.
Papa Francisco.- La catequesis de hoy está centrada en la importancia que los abuelos tienen en la familia y en la sociedad… Se trata de una etapa especial de la vida y, hasta cierto punto, novedosa, también para la espiritualidad cristiana… Las personas mayores también tienen una misión que cumplir y una gracia especial para llevarla a cabo
Asimismo recordó el pasaje del Evangelio de Lucas que habla acerca de los ancianos Simeón y Ana, que esperaban la venida del Mesías en el Templo de Jerusalén.
Papa Francisco.- El Evangelio de Lucas nos habla de los ancianos Simeón y Ana, que estaban en el Templo de Jerusalén, siempre atentos en espera de la venida del Mesías. Y, cuando lo reconocieron en el Niño Jesús, recibieron nuevas fuerzas para bendecir a Dios con un hermoso cántico de alabanza.
Al finalizar la Audiencia el Papa mencionó que el corazón de los ancianos tiene un atractivo especial para los jóvenes, ya que esperan encontrar en ellos apoyo en su fe.
Papa Francisco.- El corazón de los abuelos, libre de resentimientos pasados y de egoísmos presentes, tiene un atractivo especial para los jóvenes, que esperan encontrar en ellos un apoyo firme en su fe y sentido para su vida.
Texto completo:
Queridos hermanos y hermanas:
La catequesis de hoy está centrada en la importancia que los abuelos tienen en la familia y en la sociedad.
Ciertamente, se trata de una etapa especial de la vida y, hasta cierto punto, novedosa, también para la espiritualidad cristiana. Pero el Señor nos llama a seguirlo en todos los momentos y circunstancias. Las personas mayores también tienen una misión que cumplir y una gracia especial para llevarla a cabo.
El Evangelio de Lucas nos habla de los ancianos Simeón y Ana, que estaban en el Templo de Jerusalén, siempre atentos en espera de la venida del Mesías. Y, cuando lo reconocieron en el Niño Jesús, recibieron nuevas fuerzas para bendecir a Dios con un hermoso cántico de alabanza y anunciar la liberación a todo el pueblo.
Como ellos, los abuelos de hoy están llamados a formar un coro permanente en el gran santuario espiritual de nuestro mundo, a sostener con su oración e infundir ánimo con su testimonio a cuantos luchan en el campo de la vida. La plegaria de los mayores es un gran don para la Iglesia; y sus palabras, una inyección de sabiduría para la sociedad, muchas veces ocupada en mil cosas y distraída de lo esencial.
El corazón de los abuelos, libre de resentimientos pasados y de egoísmos presentes, tiene un atractivo especial para los jóvenes, que esperan encontrar en ellos un apoyo firme en su fe y sentido para su vida.
Saludos
Saludo a los peregrinos de lengua española venidos de España, Puerto Rico, Argentina, México y otros países latinoamericanos. Queridos hermanos, cuánto me gustaría que la Iglesia pudiera superar la cultura del descarte, promoviendo el reencuentro gozoso y la acogida mutua de las distintas generaciones. Recemos todos por esta intención. Gracias.
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