1) Para saber
En una reciente ocasión le preguntaron al Papa Francisco sobre cómo vivir de manera adecuada la moral cristiana, dado que en los tiempos actuales es muy complicado.
A esto, el Papa respondió que “vivir moralmente es una gracia, es una respuesta al amor que Él te da primero. Si tú no eres consciente de que Él te ama, no puedes hacer nada. La manera moral de vivir es una respuesta a ese encuentro con Jesús. Si tú nunca hubieras encontrado a Jesús, nunca, nunca podrías vivir una vida cristiana. Es Jesús el que te ayuda a avanzar, y si caes, Él te alza y te hace seguir adelante”.
2) Para pensar
Para vivir ese amor a Dios, se ha de concretar con obras. Por ello, el Papa señaló que para ayudar a la gente, es preciso aproximarse a los demás. Tener esa “cercanía”, aquella caricia que Jesús nos ha enseñado. Para salvarnos, Dios se ha hecho cercano a nosotros, se ha hecho uno de nosotros: ¡Y ha sufrido por nosotros!”.
Al respecto, el Papa contó que había recibió un email de un amigo judío de Buenos Aires. “Me contaba una historia: los judíos tienen historias antiguas de rabinos ancianos que son como catequesis, que los viejos rabinos hacían para que la gente aprendiese cómo se debe actuar”.
“Esta historia trata sobre un hombre rico y muy inteligente. En su inteligencia leía la Biblia y decía: ‘El Profeta Elías debe regresar, debe venir…’, y no entendía por qué no venía. Fue a su rabino y éste, viejo y sabio, le dijo: ‘Ve a otro país y encontrarás una casa pobre que es así, así y así. Toma todo, todas las cosas para hacer la fiesta y comer, porque llegaba la fiesta de Año Nuevo, y llévalas allí como regalo y estate con ellos un día de fiesta. Y allí encontrarás al profeta Elías’.
“Este hombre rico llenó dos cestos, se fue, encontró la casa pobre con las señas precisas e hizo la fiesta con ellos, pero miraba, miraba y no veía a Elías. Después regresó preocupado.
“Volvió a buscar al rabino y le dijo: ‘He hecho lo que me dijiste, pero no he visto al profeta Elías. ¡Me has engañado!’. Pero el rabino le contestó: ‘Vuelve pasado mañana, con las mismas cosas a la misma casa, pero no llames a la puerta: escucha desde la ventana de qué hablan’. Eran los últimos días de la fiesta.
“Este hombre volvió a la casa pobre y se acercó a la ventana, escuchó a la familia hebrea pobre, tan pobre que no tenía nada que comer, que hablaban y se decían: ‘Mamá, ¿Ahora cómo festejamos el último día de la fiesta si no tenemos qué comer?, ¿cómo hacemos papá?’. Y la madre y el padre dijeron: ‘Tengamos confianza: así como Elías, el profeta, vino el primer día, volverá también hoy’. Y aquél hombre, que escuchaba desde la ventana, se conmovió y se dio cuenta de que el profeta Elías era él”.
3) Para vivir
El Papa Francisco explicó que “también nosotros somos profetas, pero anunciamos a Jesucristo con gestos, también con las palabras, pero primero con los gestos. Con la cercanía… Por eso, acaricien a la gente, a los enfermos, los que están solos, también a aquellos que merecen el apelativo de ‘miserables’: acarícienlos, como Dios nos ha acariciado a nosotros”. También advirtió de que “si tú piensas y nosotros pensamos que la vida moral es sólo ‘hacer esto’, ‘no hacer esto’, ‘hacer esto’, ‘no hacer esto’… esto no es cristiano. Es una filosofía moral, pero no es cristiano. Cristiano es el amor de Jesús que nos ama primero”.
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