En el esfuerzo hecho en los últimos años por defender la vida ante la amenaza del aborto, no es raro ver imágenes de la Virgen de Guadalupe presidiendo manifestaciones, reuniones y actos donde se defiende el derecho a vivir de los pequeños que se encuentran aún en el seno de sus madres y esto, incluso, fuera de México, como por ejemplo en Estados Unidos, donde hay una casa de formación, llamada de Santa María de Guadalupe, donde se da información y atención acerca de lo que sucede durante la gestación y lo que representa el aborto. Es también Estados Unidos el principal país donde se ha tomado conscientemente a Santa María de Guadalupe como la patrona de la Vida.
Y no resulta raro, ya que Santa María de Guadalupe es la única manifestación de María (Mariofonía) donde ella misma plasmó su imagen en el ayate de Juan Diego, y la plasmó con evidentes señales de estar embarazada. Si vemos la imagen de Guadalupe, se puede apreciar, primero, una cinta obscura cuyo nudo está debajo de sus manos que están en posición de oración; esta cinta está ciñendo el cuerpo por arriba del vientre que se encuentra abultado como el de una mujer embarazada y ya en un periodo avanzado de gravidez.
Si Santa María de Guadalupe es la manifestación de María, la Madre de Dios en suelo mexicano, entonces a quien lleva en su seno es precisamente a Dios, al Dios hecho hombre, a Jesucristo. Y para que no les quedara duda a los nativos –que es para quienes va dirigido principalmente el mensaje Guadalupano–, justo en el vientre, debajo de la cinta, hay una figura como de flor de cuatro pétalos, similar al jazmín y que para los nativos era una representación de la Divinidad, del Todo, del Absoluto, y a este símbolo le llamaban el NAHUI OLLIN. Así, al ver los naturales la imagen de Santa María de Guadalupe, ven a una mujer embarazada y embarazada de Dios. Mensaje que resulta ser el Evangelio.
Y en cuanto al mensaje evangélico, aún hay más, ya que el pelo suelto que tiene Santa María de Guadalupe también les da información a los naturales, pues ellos diferenciaban a las mujeres casadas usando el pelo recogido o peinado con dos trenzas unidas por atrás o por arriba de la cabeza, mientras que las solteras y por lo tanto vírgenes solían llevar el pelo suelto. Así se completa el mensaje evangélico en la imagen de Santa María de Guadalupe, ya que presenta a una doncella, es decir virgen, embarazada de Dios.
Esta información que se ve en la imagen, también se lo dice Ella a Juan Diego al presentarse en la primera aparición: “Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive” (Nican Mopohua). De esta manera, el mensaje Guadalupano se trasmite de las dos formas que tenían los naturales para comunicarse: mediante el lenguaje hablado y mediante los códices, que son figuras con significado que ellos estaban capacitados para entender (mediante un código).
En los momentos en que la evangelización tenía muchos problemas y los resultados en número de naturales conversos eran muy escasos, se manifiesta Santa María de Guadalupe como la Madre del verdadero Dios por quien se vive. Es Él quien da la Vida y los naturales lo comprenden perfectamente, además porque en su cultura había un gran respeto a la mujer embarazada, y confirman ese respeto en el mensaje Guadalupano.
Por todo esto es que Santa María de Guadalupe es la patrona de la vida en el seno materno.
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