Este jueves 4 de junio se llevó a cabo la celebración de la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, en la Arquidiócesis de México presidida por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, acompañado de los Obispos Auxiliares de las diferentes Vicarías Episcopales y gran cantidad de sacerdotes.
En la Plaza Tlaxcoaque se ofició la Santa Misa, que inició minutos antes de las 10:00 horas, con una nutrida procesión de entrada. Las lecturas propias hablaban de la alianza de Dios con Su pueblo así, como del sacerdocio de Cristo, tomadas del Génesis y de la Carta a los Hebreos. El Evangelio según San Marcos, contiene el relato de la institución de la Eucaristía que se utiliza para la Consagración durante la Misa.
El Sr. Cardenal en su Homilía se refirió a algunos de los problemas por los que atraviesan los cristianos de Medio Oriente, como tener que convertirse en refugiados a causa de la persecución, así como de los muchos cristianos asesinados a causa de su fe. En el ámbito de nuestra Nación, señaló los diferentes problemas sociales que vivimos, como la violencia, el aborto o las falacias que prometen los que aspiran a cargos públicos.
No obstante, subrayó que aunque algunos esperen que las cosas son irreversibles o que incluso pueden “ponerse peor”, para el cristiano debe ser una fuerte llamada. Dijo, asimismo, que todo esto es a causa de nuestros pecados, por haber dado la espalda a Dios; por esto, la manera de revertir esta situación es volvernos a Dios.
Mencionó que hemos comprobado ante los hechos que se suceden cotidiamente que las estrategias meramente humanas no son suficientes; necesitamos a Dios, que es importante arrepentirnos y pedir su perdón. “El verdadero cambio social se dará cuando nos volvamos a Dios y dejemos que sus mandatos estén presentes en nuestra vida personal, familiar y social”.
Al término de la Misa, se dio comienzo a la Procesión con el Santísimo, la Custodia con el Sacramento del Altar fue colocada en una camioneta en la que también abordaron el Cardenal y otros Ministros. La Procesión avanzó por Av. 20 de Noviembre, hubo un par de pausas para adorar a Jesús y se daba la bendición.
El trayecto se dio entre muestras de júbilo, cantos, porras y letanías, personas de todas las edades caminaron con dirección al Zócalo hasta Catedral, incluso adultos mayores o con alguna discapacidad, pero los obstáculos no represenaron mayor difcultad para seguir a Jesús Eucaristía.
La Procesión culminó frente a la Catedral Metropolitana, con las oraciones que se recitan para la reserva del Santísimo Sacramento, se dio la última bendición y concluyó la celebración.
En el tiempo entre la Misa y la Procesión se recordó que el próximo 6 de junio es el cumpleaños del Arzobispo Primado de México, Don Norberto Rivera Carrera y el ya próximo aniversario al frente de esta Iglesia particular, en el que cumplirá ya 20 años como pastor de esta Arquidiócesis de México. Además, en este año dedicado a la Vida Consagrada, los religiosos y religiosas tuvieron un lugar muy importante, recibieron la comunión de manos del Cardenal y un sitio especial en la Procesión, y de hecho acudieron en un buen número a este evento
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