El 2 de octubre se llevó a cabo el Encuentro por los Cristianos Perseguidos, “México es su esperanza”, en las instalaciones del Museo Soumaya, en la capital mexicana, convocado por Ayuda a la Iglesia que Sufre, Fundación Pontificia, y Unión de Voluntades.
Este evento contó con conferencistas venidos de países como Siria y Nigeria donde los cristianos han sufrido la persecución de abierta del Estado Islámico y de Boko Haram, respectivamente. Se presentaron los casos en paneles por Continente y también se analizó la situación de México. La Misa que dio inicio al Encuentro fue presidida por el Nuncio Apostólico en México Mons. Christophe Pierre.
El Nuncio Apostólico, Mons. Pierre, señaló que no debemos “mirar para otro lado”, y apoyó su predicación en un texto de Su Santidad del 6 de agosto de 2015, dirigida al Obispos Auxiliar de los Latinos y Vicario Patriarcal para Jordania, en la que trata de la situación de los refugiados.
En dicha carta el Papa expresa: “sepan que una oración diaria se eleva por ellos, juntamente con la gratitud por el testimonio que nos dan”. Por otro lado espera que el Señor recompense a quien asiste a los refugiados, “como sólo Él puede hacer, con la abundancia de sus dones”. Y al mismo tiempo llama a la opinión pública para que sea más atenta “ante las persecuciones perpetradas en contra de los cristianos” y otras minorías religiosas. Asimismo, desea que la comunidad internacional “no asista muda e inerte ante tal inaceptable crimen”, una deriva de derechos fundamentales.
En la inauguración tomó parte Javier Menéndez Ros, de Ayuda a la Iglesia Necesitada de España; Guillermo Ferrer; el Dr. Jorge Traslosheros del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM; Faddi Rabbat, Archimandrita y Mons. Christophe Pierre.
Faddi Rabbatt dijo que en Medio Oriente hay un cristiano muerto cada 5 minutos, que es una vergüenza tanta indiferencia, que algunos de los países cristianos o protestantes venden a sus hermanos por unas gotas de petróleo, y que le da mucha tristeza que un cristiano muera por un radical musulmán con un arma hecha por otro cristiano. Además, menciono que en Oriente una pareja se casa en un templo sin techo pero en Occidente los templos se vuelven centros comerciales.
En el primer panel participaron representantes de Medio Oriente (Asia), con el testimonio de la Hermana Guadalupe del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), quien comentó la situación de Siria. Mencionó que en 2010 nadie hubiera imaginado que podría haber guerra porque no había hostilidad hacia los cristianos y que el gobierno, venido de una minoría, protegía a éstas. El país estaba en el ojo de los fundamentalistas por su situación, y los medios internacionales tergiversaron la información, ya que si bien no todos estaban conformes, el gobierno tenía apoyo.
La Hna. Guadalupe vive en Aleppo; contó que los fundamentalistas tomaron el barrio más alto de la ciudad y dieron dos horas a sus habitantes para huir, desde este sitio apostaron francotiradores. Un ciudad próspera, hoy está en ruinas, el ruido de explosiones y disparos se escucha día y noche. Tras más de cuatro años de guerra, la población intenta hacer una vida, en medio de estas dificultades, pero hoy ya no tienen miedo, su vida espiritual está mejor que cuando tenían todo, piensan en su alma y en el cielo, se alegran por las cosas pequeñas como tener agua o luz, y concluyó diciendo que las sonrisas que se ven hoy en Aleppo las extraña porque son del corazón.
El Diácono Rafael Barsekh, nacido en Aleppo, cuenta que todo lo que ha vivido su patria la ha tenido que vivir fuera de ella, y comentó que estos conflictos vienen desde las guerras mundiales que dividieron la zona de Medio Oriente entre Francia e Inglaterra y que existen razones económicas en estas grandes tensiones. Mencionó que Jordania puede correr riesgo de que se propague el conflicto. El P. Carlos Kahlil, atiende a 500 familias de refugiados en Jordania, y cuenta que alimentarlas en un auténtico milagro, pero que el testimonio de los refugiados le ha cambiado a él como sacerdote.
En el segundo panel se habló de la situación de China y Cuba, además se trató sobre la situación en Corea del Norte. El P. Pablo, de China, habló sobre su historia personal de cómo se dio su acercamiento a la Iglesia y su vocación, dijo que ahí hay tres Iglesias, una nacionalista, una nacionalista y que sigue a la iglesia y otra que es totalmente fiel al Papa. Subrayó en especial la comunión con la Iglesia universal, la importancia de la comunión.
Sobre la situación en Cuba, el P. Óscar Herrera mencionó que durante los años más duros del régimen de la Revolución, la situación fue muy complicada pero dos hechos mejoraron ésta, las conclusiones de Puebla que les motivó a una amplia reflexión interna y la caída del socialismo en el mundo, refirió que por escasez de templos existen 2000 comunidades sin templo, pero que son espacios de oración y fraternidad.
Ariadna Blanco comentó sobre Corea del Norte, en donde no se permite ninguna clase de culto, donde descubrir que se tiene una Biblia equivale a una sentencia de muerte. Se tienen datos muy antiguos de ese país porque se sabe que los sacerdotes extranjeros fueron expulsados y los nacionales perseguidos a morir. Un signo de esperanza es que ahora se ha permitido que misioneros de EU puedan ingresar para realizar acciones caritativas como la atención de enfermos de tuberculosis.
Tras un receso, se trató la situación de África, con expositores de Nigeria, Kenia, Sierra Leona, etc. El P. Keneth Lloabuchi, de Nigeria, comentó la situación que se vive ahí con el grupo Boko Haram, que atenta contra las iglesias e incluso ha asesinado a los fieles durante la Misa, en una ocasión hasta 107 personas, pero afirma que después del duelo más fieles asistieron a la Eucaristía. Lo que lamenta es que estos hechos sí han mermado la relación entre cristianos y musulmanes. Subrayó que los templos se pueden reconstruir, que los podrán volver a atacar pero que los cristianos se sienten acompañados por las oraciones de los Cristianos de todo el mundo. Sobre el Congo se mencionó que se han dado muchas responsabilidades a los laicos y se apoya en gran medida en las comunidades de base.
La Madre Heliodora, de las Misioneras Clarisas, comentó que su Congregación forma parte de la Familia Inesiana, cuya fundadora es la Beata mexicana Madre Inés Teresa del Santísimo Sacramento. Desarrolla su actividad en Sierra Leona, donde todavía hay una enorme ignorancia, por lo que aún ocurren casos muy graves por las indicaciones de los brujos. Contó el caso de un pequeño al que ella llamó “Paquito”, su mamá acudió con una de estas personas, que le dijo que para que su esposo no llevara a otra mujer con ellos debía sacrificar al niño, lo cual ocurrió y “Paquito” murió. Por lo tanto la Hna. Heliodora insiste en que esto ocurre por ignorancia y falta de fe, así su empeño es por la educación.
Dentro de este panel el P. Moisés García, mexicano, tomó la palabra para explicar su experiencia en Kenia y Malawi, es misionero comboniano. El P. Moisés comentó que en Kenia, sufren las atrocidades del grupo Al Shabab y que ante las tragedias se promueve el diálogo interreligioso. Por otro lado dijo que en Malawi, encontró paz y que no obstante todo lo que ocurre en el Continente, el catolicismo en África está creciendo, matan a algunos pero crece.
Finalmente tocó el turno de analizar la situación en México, en este panel participaron la Madre Dolores Palencia, de la Congregación de San José de Lyon; el P. Sergio Cobo, jesuita, y el P. Mario Ángel Flores, Rector de la Universidad Pontificia de México. La religiosa desempeña su labor con migrantes en Tierra Blanca, Veracruz, y describió su situación, ahora más difícil que antes, porque ahora deben de buscar otras rutas más peligrosas y que les alejan de los albergues.
El Padre Cobo mencionó que desde el martirio del Beato Miguel Agustín Pro, la persecución religiosa en México cambió de ser violenta a ser de baja intensidad, si se disiente esas expresiones se rechazan, por ejemplo cuando se pide justicia o defiende la vida, y enfatizó que en los últimos 15 años ya son 47 sacerdotes asesinados en México.
Siguió el P. Mario Ángel Flores, y dijo que: “el discípulo no es más que el maestro”, y agregó que la sangre de los mártires es semilla de cristianos. Recordó el martirio de San Ignacio de Antioquía, quien atado a 10 leopardos sólo quería animar a los otros. Sobre el momento actual preguntó ¿debemos esperar a que todas las leyes estén en nuestro favor?, y respondió diciendo que es a nosotros a quienes les toca modificar la realidad. Cerró el evento el P. Ángel Lorente, capellán de AIS México.
Por la noche se llevó a cabo una adoración al Santísimo Sacramento, en la Basílica de Guadalupe, donde los testimonios se convirtieron en oración, la cual contó con una buena asistencia de fieles y con varios de los expositores del evento.
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