Martes 8 de diciembre de 2015, inicia el Año de la Misericordia

El pasado 13 de marzo, víspera del IV Domingo de Cuaresma 2015, en la homilía de la celebración de la Penitencia, en la Basílica de San Pedro, el Santo Padre Francisco sorprendió al mundo entero dando a conocer que convocaría a un Jubileo extraordinario que subrayaría la misericordia de Dios. “Será un año santo de la misericordia. Lo que queremos vivir a la luz de la Palabra del Señor: <<Sed misericordiosos como el Padre>> (cf. Lc. 6, 36). Esto especialmente para los confesores: mucha misericordia”.

Y anunció que daría comienzo el 8 de diciembre de 2015, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, y concluiría el 20 de noviembre de 2016, Domingo de Cristo Rey.

Ese 13 de marzo, justo en el segundo aniversario de su elección a la Sede de Pedro, el Papa Francisco agregó: “Estoy convencido de que toda la Iglesia, que tiene una gran necesidad de recibir misericordia, porque somos pecadores, podrá encontrar en este Jubileo la alegría para redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consuelo a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo. No olvidemos que Dios perdona todo, y Dios perdona siempre. No nos cansemos de pedir perdón”. Y desde ese momento encomendó ese camino a la Virgen, a la Madre de la Misericordia.

El 11 abril fue dada en Roma Misericordiae Vultus, la Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, en la que el Papa resalta distintos puntos sobre la Misericordia de Dios y cómo la refleja sobre los hombres y explicita algunas acciones a llevarse a cabo durante el Jubileo.

Algunas de esas iniciativas son por ejemplo profundizar en las diferentes Diócesis las “24 horas para el Señor”, que es una especie de “maratón” de confesiones entre el viernes y sábado previos al IV Domingo de Cuaresma, además serán enviados los Misioneros de la Misericordia, que podrán perdonar los pecados reservados a la Sede Apostólica, e invita a todos a rezar constantemente la Salve Regina.

Llama la atención sobre la importancia de vivir las distintas obras de Misericordia corporales y materiales, la peregrinación, así como vivir de manera intensa la Cuaresma del año jubilar; además de obtener las indulgencias que se conceden en este Jubileo y que nos une con todos aquellos santos de la Iglesia Triunfante. Por otro lado, hace un llamado a volver al Padre a quienes pertenecen a algún grupo criminal o a quien practica la corrupción.

El Papa recuerda que aun el momento de la Oración en el Huerto fue precedido e inundado por la Misericordia, ya que antes de salir al Huerto cantaron el Himno, el Hallel, que repite “… porque es eterna su Misericordia”.

Posteriormente, el 1 de septiembre, el Papa Francisco dirige a Mons. Rino Fisichella la Carta por la que se concede la Indulgencia con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. En esta carta el Papa indica la forma que los fieles podrán obtener las indulgencias propias del Jubileo, dicha carta menciona situaciones complejas como los enfermos, los ancianos, quienes viven solos o los presos, para estos últimos la puerta de la capilla de la prisión será una Puerta Santa.

Es en este documento en el que el Santo Padre faculta a todos los sacerdotes a perdonar el pecado del aborto, durante el Año Santo, lo que no minimiza su gravedad, sino que hace más accesible el perdón para quienes lo hayan llevado a cabo y pidan arrepentidos la reconciliación. Además señaló: “Este Año Jubilar de la Misericordia no excluye a nadie”, por lo que el Papa dispuso también que: “quienes durante el Año Santo de la Misericordia se acerquen a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X para celebrar el sacramento de la Reconciliación recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados”.

La apertura de la primera Puerta Santa de este Año Jubilar la realizó el Papa Francisco el pasado 29 de noviembre, Primer domingo de Adviento, en Bangui, la capital de la República Centroafricana, durante su viaje apostólico a ese país, convirtiendo en ese día a Bangui en “la capital espiritual del mundo”.

Ahora, el inicio oficial del Año Jubilar de la Misericordia para la Iglesia Universal está agendado para el 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, a las 9:30 horas en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.

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