San Atanasio; Concilio de Nicea

La Iglesia católica ha tenido más de 20 concilios ecuménicos

Su amigo y servidor, el Padre José Luis Bautista González en “Una Mirada en la Historia”.

 

La Iglesia catolica desde tiempos inmemoriales, cuando ha tenido problemas que tiene que zanjar, a través del diálogo y a través de recomendaciones en materia de fe y costumbres, ha realizado lo que se le denomina los “Concilios”. La Iglesia católica ha tenido más de 20 concilios ecuménicos. El primero fue realizado en Jerusalén en el año 48, 49, cuando se disputaba el problema de que si se imponía la ley mosaica y la circuncisión a los neófitos en el cristianismo. Este concilio se llamó Concilio Apostólico.

 

Los primeros ocho concilios en la historia de la Iglesia Católica desde el siglo IV hasta el siglo VIII fueron convocados por el emperador, primero emperador de Occidente, y después, cuando Constantino pasó la sede a la antigua Constantinopla, emperadores de Oriente. Ciertamente fueron convocados por el Emperador, pero finalmente fueron aprobados por el Obispo de Roma.

 

Menciono todo esto porque el día de ayer 2 de mayo se celebró la figura de San Atanasio, ¿Por qué es tan importante San Atanasio? Porque él participó como diácono en el primer Concilio de Nicea en el año 325, cuando asistia a su obispo Alejandro, patriarca de Alejandría.

 

¿Qué es lo que resolvió el Patriarca Alejandro junto con el legado Pontificio Osio? En aquel tiempo, año 320, existía un monje que tenía como sede (biacapolis) al Norte de África que se llamaba Arrio, y Arrio afirmaba que Jesucristo no era Dios, no participaba de la sustancia divina, sino que era una creatura perfecta hecha por el Padre. Esta postura, que contrariaba la sana ortodoxia de la Iglesia, por un lado rompía el sentido de la Trinidad sustancial, y por otro lado, si Arrio sostenia que Jesucristo era creatura creada por Dios, por tanto no era Dios, y por tanto, toda la Redención caía bajo, porque el único que puede redimir –entendiendo la palabra Redención desde su etimología, “comprar” – era Dios, y si Jesucristo no era Dios, luego entonces no hubo Redención.

 

Constantino convocó el Concilio en Nicea, donde fueron muchos obispos, muchos confesores, porque habían quedado mutilados en la persecución de Diocleciano y de Máximo, y ahí nos recuerda el gran historiador Fábrega I Grau que Constantino besó las manos de los confesores en signo de respeto por la admirable entrega y por no haber caido en la apostasía en tiempo de persecución.

 

¿Qué se definió en el concilio? Que Jesús pertenece a la misma sustancia divina, el famoso Homo Usios. Se condenó a Arrio porque no quiso retractarse de sus palabras, y fue desterrado. Cuando muere el obispo Alejandro, patriarca de Alejandría, le sucede su diácono Atanasio, y Atanasio gobierna la sede 45 años, más de la mitad estuvo desterrado porque a la muerte de Constantino, uno de sus hijos no siguió la doctrina dada por el Concilio de Nicea, sino que los cristianos lamentablemente fueron perseguidos.

 

Esta herejía tuvo durante todo el siglo IV extensión, hasta que finalmente –allá por el año 375– fue totalmente llevada hacia abajo.

 

Por eso, admiremos a San Atanasio; porque supo entender el sentido de la fe y también la supo defender: Ojalá nosotros como católicos lo hagamos.

 

Muchas Gracias 

 

 

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