Una experiencia del Papa / En la Jornada Mundial de la Juventud

1) Para saber

El Papa Francisco acudió a celebrar la XXXI Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, Polonia. Su lema fue “Bienaventurado los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 17), que dentro del Año de la Misericordia es un verdadero Jubileo de los Jóvenes a nivel mundial.

Decía el Papa que en el concepto bíblico de misericordia está incluido lo concreto de un amor que es fiel, gratuito y sabe perdonar. Por ejemplo, en el profeta Oseas hay un hermoso ejemplo del amor de Dios, comparado con el de un padre hacia su hijo: «Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; […] ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba…, me inclinaba hacia él y le daba de comer» (Os 11,1-4). A pesar de la actitud errada del hijo, que bien merecería un castigo, el amor del padre es fiel y perdona siempre a un hijo arrepentido. En la misericordia siempre está incluido el perdón.

Misericordia que viene a mostrarse en plenitud en el Nuevo Testamento con la encarnación del Hijo de Dios. Como dice el Papa Francisco, Jesús mismo es la misericordia.

2) Para pensar

En su mensaje para esta Jornada, el Papa recordó una experiencia personal con la misericordia de Dios.

“A la edad de diecisiete años, un día en que tenía que salir con mis amigos, decidí pasar primero por una iglesia. Allí me encontré con un sacerdote que me inspiró una confianza especial, de modo que sentí el deseo de abrir mi corazón en la Confesión. ¡Aquel encuentro me cambió la vida! Descubrí que cuando abrimos el corazón con humildad y transparencia, podemos contemplar de modo muy concreto la misericordia de Dios. Tuve la certeza que en la persona de aquel sacerdote Dios me estaba esperando, antes de que yo diera el primer paso para ir a la iglesia. Nosotros lo buscamos, pero es Él quien siempre se nos adelanta, desde siempre nos busca y es el primero que nos encuentra. Quizás alguno de ustedes tiene un peso en el corazón y piensa: He hecho esto, he hecho aquello… ¡No teman! ¡Él les espera! Él es padre: ¡siempre nos espera! ¡Qué hermoso es encontrar en el sacramento de la Reconciliación el abrazo misericordioso del Padre, descubrir el confesionario como lugar de la Misericordia, dejarse tocar por este amor misericordioso del Señor que siempre nos perdona!”

3) Para vivir

El Papa Francisco invita a suplicar al Señor que nos dé la gracia de ser misericordiosos con quienes nos hacen daño. Como Jesús que rezaba por los que le habían crucificado: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). El único camino para vencer el mal es la misericordia. La justicia es necesaria, pero no basta. Justicia y misericordia tienen que caminar juntas: “¡Cómo quisiera que todos nos uniéramos en oración unánime, implorando desde lo más profundo de nuestros corazones, que el Señor tenga misericordia de nosotros y del mundo entero!”

El Papa, por último, recordó a Maciek, el joven que diseñó las banderas, imágenes, el kit del peregrino y otras cosas. Y que gracias a este trabajo reencontró su fe antes de morir. Una historia conmovedora que trataremos para la próxima vez.

 

@voxfides

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