Un sacerdote polaco fue rescatado entre los escombros de su casa luego del fuerte terremoto de 6.2 grados que azotó la zona central de Italia y que ha dejado hasta ahora más de 250 muertos.
En declaraciones a TVN24, el Padre Krzysztof Kozlowski, que sirve desde hace dos años en la localidad italiana de Accumoli, afirmó que “esto que ha pasado esta noche es realmente un milagro. Doy gracias a Dios porque estoy vivo”.
Tras el rescate, el Padre Kozlowski lamentó que “mis vecinos murieron, mi casa está destruida. Las escaleras que conducían a mi casa se han derrumbado todas. Sólo dos habitaciones y lo que estaba afuera de mi casa está en pie”.
Las personas que fallecieron en la casa vecina eran una familia en la que había un niño de seis años y un bebé de ocho meses.
El sacerdote, que fue rescatado unas dos horas después de ocurrido el sismo, dijo también que mientras estuvo atrapado rezó “todo el tiempo para que las réplicas no llevaran al colapso de lo que quedó de la casa”.
De otro lado, en la localidad de Amatrice, que también resultó gravemente afectada por el sismo, una religiosa albanesa de 32 años sobrevivió al colapso del convento donde se hallaba con otras personas.
La hermana Mariana explicó que ella, otras religiosas y algunas ancianas “se salvaron unas a otras. Se tomaron de las manos incluso mientras todo se estaba cayendo y corrieron, y así sobrevivieron”.
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