Hace unos días el papa Francisco y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, tuvieron un breve y sustancioso encuentro. Según Greg Burke, nuevo vocero del Pontífice, hablaron sobre el modo de usar las nuevas tecnologías de la comunicación para aliviar la pobreza, hacer llegar un mensaje de esperanza a quienes más lo necesitan e impulsar la cultura del encuentro.
La foto de la reunión es muy significativa. El CEO de Facebook se muestra sonriente, acaso un poco tenso, mientras estrecha la mano de un Papa relajado y afable. Ambos se miran a los ojos. Es la imagen de un encuentro franco. Zuckerberg no es católico y, seguro, no comparte del todo las propuestas de la Iglesia. No obstante, las iniciativas humanitarias de él y su esposa, Priscila Chan, encuentran puntos de convergencia con la catolicidad. El saludo es testimonio de apertura y diálogo.
Sin duda, Facebook ha cambiado nuestras vidas. Está identificado como una puerta abierta a la libre comunicación entre las personas. Se le podría criticar con buenas razones hogareñas de que, en ocasiones, acerca a los lejanos, mientras aleja a los cercanos. La verdad es que ya es un imprescindible bicho que apenas estamos aprendiendo a manejar, para ponerlo al servicio de la humanidad.
Por lo anterior, podría resultar contra intuitivo decir que Facebook reprime en México a quienes considera “incorrectos”, aunque no hayan violado ningún código de ética. Pero esto es precisamente lo que ha sucedido con la plataforma de información y análisis llamada Sexo Seguro. Se trata de un medio manejado por un grupo de científicos especialistas en sexualidad, salud pública y bioética coordinados por la doctora Rosario Laris, una de las más importantes especialistas en estas materias en América Latina. No es un grupo de aficionados. Su presencia se extiende así por diversos medios de comunicación, radio, televisión, Internet (sexoseguro.org), como en distintas redes sociales como Twitter y, hasta hace muy poco, también en Facebook.
Sexoseguro tenía su página en Facebook (Sxseguro), en la cual, con bases científicas sólidas, participaba en debates de interés público relativos a la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, la importancia de la sexualidad en la adolescencia, la prevención del embarazo temprano, la complejidad de las relaciones humanas, el uso de anticonceptivos, etc., siempre desde un enfoque centrado en la dignidad de las personas.
Durante los cinco años en que fue publicada la página en Facebook, me consta, no encontramos información falsa, ni adjetivaciones ofensivas, mucho menos oraciones que pudieran calificarse como discriminatorias contra ser humano alguno. Tan sólo se dedicó a participar en el debate público con argumentos sólidos. Su único “problema” es que esos argumentos han resultado muy comprometedores para la opinión políticamente correcta. Sexoseguro pude ser catalogado como el mythbuster de la sexualidad. Un aporte altamente significativo en medio de una cultura agobiada por el narcisismo y la hipersexualidad.
A finales de junio del presente año, la página Sxseguro, recibió un aviso de quienes operan Facebook en México, en el cual informaban que estaban infringiendo ciertas normas, sin especificar cuáles. Al día siguiente la página fue cancelada. La doctora Laris contactó vía correo electrónico a la empresa en busca de explicaciones ciertas y razonables; pero no las encontró. En su lugar, “un especialista en soluciones de Facebook”, le respondió que los anuncios promocionados en la cuenta no proporcionaban una buena experiencia para el público y, por lo mismo, se reservaban el derecho de desactivarla. En otras palabras, cometieron un claro, abierto, inequívoco y descarado acto de censura, nombre elegante que damos a la represión en el mundo de las ideas.
A finales de Mayo la página Gizmodo, especialista en señalar los elefantes en medio de la sala, publicó una serie de denuncias de antiguos trabajadores de Facebook. En éstas, explican cómo habían recibido instrucciones de censurar noticias consideradas “conservadoras” de sus tendencias noticiosas (http://gizmodo.com). Al parecer, en México, dieron un paso adelante para reprimir abiertamente a cuantos expresen ideas consideradas “políticamente incorrectas”.
Lo único digno que les queda para resarcir el daño causado es escuchar con atención a el CEO de Facebook, mirar la foto de su encuentro con el papa Francisco y, sin vanas justificaciones, restablecer la página Sxseguro, para coadyuvar a una auténtica cultura del encuentro.
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