Participantes
Como lo consigna Rome Reports en su cotidiana cobertura, destaca la presencia del Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I; el Patriarca Siro Ortodoxo de Antioquía Ignatius Aphrem II; el arzobispo de Canterbury Justin Welby; el rabino jefe de Roma Riccardo Di Segni; y Abbas Shuman, número dos de la Universidad Al-Azhar de Egipto, la más importante del mundo islámico; además de encontrar a varios yazides(1) que le dijeron al Papa “Gracias por rezar por nosotros y por lo que hace contra el Genocidio”.
También asistieron los Grandes Duques de Luxemburgo que se refirieron al pontífice de roma como un modelo de diálogo y ayuda a las personas. En el Convento había caras conocidas como el Gran Rabino de Turquía que al encontrarse con Francisco le dijo: Que Dios lo bendiga.
Los representantes del Islam en Bélgica recibieron la gratitud del papa por haber condenado los atentados. El líder budista se refirió al Papa diciendo “Usted es para mí una bendición”.
500 asistentes al encuentro en Asís, fueron saludados uno por uno por el obispo de Roma. Francisco era el anfitrión.
El simbolismo
1.Es significativo que todos esos liderazgos se hayan reunido en la tierra del hombre santo que aceptó sembrar amor en donde hubiera odio. Este hecho, en medio de un mundo que propone la adoración a la cultura de la muerte y la violencia, de luchas fratricidas para ahondar el desprecio por los demás.
2.El hecho mismo de aceptar la invitación del Jefe de la Iglesia Católica, sin caer en mesianismos, revela la capacidad de convocatoria del Papa. Cierto, se trató de un esfuerzo ecuménico como los impulsados fuertemente desde Paulo VI; y por otra parte, el mensaje geopolítico es que todos pueden darse las manos y saludarse con respeto en nombre de la paz.
3.Los líderes religiosos se reunieron, rezaron por la paz y suscribieron un compromiso con este enfoque. El modelo que surgió en Asís, se vuelve un desafío para los líderes políticos de todo el mundo.
4.Ciertamente vivimos y padecemos un mundo globalizado. El encuentro de Asís evidenció que a pesar de las diferencias de pensamiento cultura, creencias, tradiciones y costumbres, el mundo puede unirse en el nombre de una paz que no es la paz de los cementerios ni la mal llamada paz armada. Puede haber unidad en el nombre de Dios para ponerla al servicio de todos los seres humanos.
Sin duda, Asís fue un paso enorme. Gracias Francisco.
(1) A cuenta de sus inusuales creencias, a menudo se les tilda de manera injusta de “adoradores del diablo” y tradicionalmente se han mantenido aislados en pequeñas comunidades dispersas por el noroeste de Irak, el noroeste de Siria y el sudeste de Turquía. Extremistas sunitas como los militantes del Estado Islámico (conocido como ISIS), creen que el nombre procede de Yazid ibn Muawiya (647-683), el profundamente impopular segundo califa de la dinastía Umayyad. Investigaciones modernas, sin embargo, aclaran que el nombre no tiene nada que ver con el libertino Yazid o la ciudad persa de Yazd, sino que se deriva del persa moderno “ized”, que significa ángel o deidad. El nombre fzidis simplemente significa “adoradores de dios”, que es la forma en que los yazidíes se definen a sí mismos.
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