Presentan libro sobre el 40 Aniversario de la Basílica de Guadalupe

Con motivo del 40 aniversario de la Consagración de la Nueva Basílica de Guadalupe, este 9 de octubre, en la Plaza Mariana de La Villa de Guadalupe, fue inaugurado el congreso “Casita Sagrada, Templo de la Civilización del Amor Misericordioso de Dios”, cuyo mensaje de bienvenida estuvo a cargo del Rector de la Basílica, Monseñor Enrique Glennie Graue, en representación del Cardenal Norberto Rivera Carrera.

Como acto de apertura, Monseñor Enrique Glennie manifestó su agradecimiento a todas las personas que, en la década de los 60 del siglo pasado, contribuyeron a la construcción de la Basílica de Guadalupe. Y enseguida abrió el ciclo de ponencias que concluirá el miércoles 12 con la celebración de la Misa de las Rosas, con el primer participante, el Arq. Javier Ramírez Campuzano, hijo del Arq. Pedro Ramírez Vázquez, quien estuviera al frente de los trabajos de construcción del recinto guadalupano.

En su ponencia, en la que llevó a cabo la presentación del libro “40 Aniversario de la Construcción de la Basílica de Guadalupe”, obra coordinada por el Padre Gustavo Watson, el Arq. Ramírez Campuzano hizo una síntesis histórica sobre la construcción de la Basílica de Guadalupe. En este sentido, externó que el proyecto fue desarrollado buscando que fuera un espacio flexible para que, cuando los fieles visitaran a Nuestra Señora de Guadalupe, pudieran sentirse como en su casa.

Señaló que el entonces Abad de la Basílica de Guadalupe, Monseñor Gillermo Schulenburg, defendió que la Nueva Basílica se construyera en el lugar que ahora ocupa, para lo que fue necesario hacer muchos esfuerzos, como la laboriosa realización de estudios de suelo, que corrió a cargo del Ing. Manuel González Flores, quien además hizo todo el cálculo estructural y se encargó de toda la logística del diseño constructivo, como la ubicación del estacionamiento, las oficinas de servicio y demás instalaciones.

El Arq. Ramírez Campuzano refirió que el día de la colocación de la primera piedra, además de Monseñor Schulenburg, estuvo presente, como cronista del magno evento, el conductor de televisión Paco Malgesto. “Fue mucha la gente que se entregó al proyecto de construcción de la Nueva Basílica; llegaban cuadrillas de albañiles sin otro interés que el de participar. Les llevaron tacos de canasta, pero nadie quería comer, sólo querían seguir trabajando, por ese sentimiento de estarle construyendo a una casita a su Santa Madre, la Virgen de Guadalupe”.

Refirió además que Fray Gabriel Chávez de la Mora fue quien orientó el proyecto de construcción en lo referente a la cuestión litúrgica, y planeó los espacios para que, además de las Misas en el recinto principal, pudiera haber ceremonias privadas, y que al mismo tiempo los fieles pudieran acercarse a la Virgen sin interrumpir las celebraciones.

Tras la ponencia del Arq. Ramírez Campuzano, vino la participación de Monseñor Enrique Glennie, quien disertó sobre el tema “El Santuario, lugar de encuentro con María”, enfocándose en dos temas fundamentales: “peregrinación” y “lugar”. Señaló que la Basílica de Guadalupe es un lugar donde millones de creyentes de todo el mundo se encuentran con Ella, y dijo que en su mensaje de amor, que dirigió al indio Juan Diego, se multiplican las manifestaciones de un amor maternal que se han extendido por toda América.

Explicó que el peregrinar es un fenómeno universal, y que a la Basílica de Guadalupe llegan anualmente un promedio de 3 mil 500 peregrinaciones oficiales. Externó que las peregrinaciones marianas tienen una característica muy particular: se camina hacia María para caminar mejor hacia Dios; “María es un elemento especial, tan nuestro, tan cercano, tan humano; un elemento dinámico, que atrae a las personas a Cristo; María es un encuentro, María es una iniciativa de Dios; es ejemplo y guía en nuestro camino para encontrarnos cara a cara con Dios”.

“¡Viva la Virgen de Guadalupe!”, finalizó de manera emotiva Monseñor Enrique Glennie.

 

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