El miércoles 16 de noviembre, en compañía de su cuerpo de Obispos Auxiliares, el Arzobispo de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, acudió al Seminario Conciliar de México, casa Huipulco, para inaugurar la XXII Asamblea Diocesana de la Arquidiócesis Primada de México, que, bajo el lema “La Misión Permanente, expresión viva de Misericordia”, tuvo como objetivo encontrar respuestas a las necesidades pastorales de la Iglesia capitalina, con actitudes de misericordia y rostro samaritano, priorizando aquellos temas que requieren una mayor atención, sobre los cuales se hicieron propuestas integradoras bajo el concepto de Pastoral Orgánica, con el fin de que desemboquen en las comunidades parroquiales desde los niveles Decanal, Vicarial y Diocesano.
Durante el discurso inaugural de esta Asamblea Diocesana -que se llevó a cabo los días16, 17 y 18 de noviembre-, el Cardenal Rivera Carrera dijo que en la Iglesia hay diversidad de servicios y actividades, pero Dios es quien activa todo a través del Espíritu Santo para bien de la comunidad. “En este sentido, quiero hablarles acerca de dos aspectos fundamentales para la proyección del trabajo de esta Asamblea: el primero es inamovible: el espíritu de comunión que debemos infundir a nuestra tarea eclesial; el otro, que sí puede variar, es el rumbo que necesitamos elegir para dirigir nuestros pasos, a fin de llevar a cabo la Misión Permanente en la que estamos comprometidos, para lo cual siempre se pueden crear nuevas estrategias”.
En cuanto al espíritu de comunión, el Arzobispo de México dijo que el Papa Francisco nos invita a seguir a Santa María de Guadalupe, quien reconcilió a una gran variedad de pueblos que en estas tierras peleaban entre sí; y a todos éstos con los españoles. “El primer trabajo de Santa María de Guadalupe fue la comunión entre los pueblos. Así, nosotros ahora tenemos que buscar la comunión intraeclesial; hay grupos o movimientos apostólicos muy diversos; en este sentido, debemos dejar de lado actitudes infantiles y madurar una apertura para enriquecernos mutuamente. Hay que construir Iglesia, no fomentar guetos. Quienes trabajan en materia de educación, de salud, de ayuda a los más necesitados, no son competencia entre sí, son Iglesia”.
Tras estas palabras del Cardenal Rivera Carrera, dio inicio formalmente la XXI Asamblea Diocesana de la Arquidiócesis Primada de México, cuyos temas prioritarios fueron: la familia, cimiento de humanidad y de fe; ir al encuentro de las nuevas generaciones; la evangelización de las culturas y sus periferias existenciales; la vocación cristiana, fuente de la comunión y la misión; el pastor misionero para la Ciudad de México; la formación de los laicos como discípulos misioneros; y la parroquia como comunidad misionera y testimonial.
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