Como es tradición, este 23 de noviembre se llevó a cabo la Peregrinación anual en honor al Padre Pro, misma que partió a las 9:30 horas de edificio de la Lotería Nacional, sitio donde anteriormente se encontraba la Inspección de la Policía donde el sacerdote jesuita, en un día como éste, fue fusilado.
A las 10:00 horas, el nutrido grupo de peregrinos hizo una estación en la Parroquia de Guadalupe Reina de la Paz, ubicada en la calle de Enrico Martínez, que fue la casa de este mártir de Cristo Rey, para dirigirse posteriormente a la Parroquia de la Sagrada Familia, en la Colonia Roma, donde actualmente descansan sus restos.
A las 10:00 horas, durante la breve estadía de los peregrinos en Parroquia de Guadalupe Reina de la Paz, se realizó una Celebración de la Palabra por la Fundación de las Despensas del Padre Pro; poco más tarde, alrededor del mediodía, en la Parroquia de la Sagrada Familia se llevó a cabo una Misa Solemne para pedir al beato su intercesión por los peregrinos y sus familiares, y posteriormente se llevó a cabo la unción con aceite bendecido en honor del Padre Pro, para obtener la salud de cuerpo y alma. A las 13:30 horas, en el Parque Río de Janeiro, sacerdotes y peregrinos realizaron un fraterno convivio en el que compartieron alimentos, y finalmente, a las 18:00 horas, se llevó a cabo un concierto por parte de la Orquesta Sinfónica de Alientos de la Delegación Cuauhtémoc, dirigida por el Maestro José Luis Bustillos.
“¡Viva Cristo Rey!”, fueron las últimas palabras del Padre Pro el día que fue fusilado; ahora para los católicos es un día de fiesta, pues la entrega generosa que el sacerdote jesuita hizo de su vida, es símbolo de los más altos valores de una nación.
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