Tras el centenario de las apariciones marianas en Fátima “¿qué puede espera el mundo? Paz. ¿Y de qué voy a hablar yo de aquí en adelante con quien sea? De la paz”, afirmó el Papa Francisco en la conferencia de prensa en el vuelo de vuelta a Roma desde Portugal que junto a la oración de Regina Coelli del domingo 14 de mayo fueron el epílogo del viaje apostólico a Fátima.
Los periodistas le cuestionaron sobre su próxima reunión con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, agendado para el 24 de mayo, respecto a lo cual comentó que nunca juzga a las personas sin antes escucharlas, por lo que expondrán mutuamente sus puntos de vista, agregó que siempre hay puertas que no están cerradas. “Hay que buscar las puertas que estén un poco abiertas, para entrar y hablar sobre ideas comunes y caminar adelante”. Volvió sobre el hecho de que la paz es artesanal, tal como lo es también la estima entre las personas.
Se le preguntó también sobre la relación frente a la Fraternidad de San Pío X, sobre la posible reconciliación con la Iglesia, a lo que el Papa mencionó que las relaciones son fraternales y que está en estudio un posible documento, pero que a él no le gusta acelerar las cosas, por lo que hay que caminar juntos, y enfatizó que no es una cuestión de vencedores ni vencidos.
Con las iglesias evangélicas ocurre algo similar, ya que el Papa manifestó que por ejemplo en la Declaración sobre la justificación y el viaje a Suecia en los 500 años de la reforma, son pasos hacia delante, así como un trabajo conjunto que hacen la Cáritas luterana y la católica, no obstante subrayó que debemos estar abiertos al Dios de las sorpresas.
Respecto a las presuntas apariciones de la Virgen en Medugorje, el Papa indicó que la investigación hecha por la Comisión presidida por Monseñor Camilo Ruini está muy bien realizada y que considera que aquellas cuando los supuestos videntes eran jóvenes deberán estudiarse más, pero las últimas presentan dudas a la Comisión. Así el Papa ha pedido que las opiniones de los miembros de la Congregación para las Doctrina de la Fe, se las hagan llegar a él personalmente.
No obstante, mencionó a título personal que él es “más malo, yo prefiero a la Virgen madre, nuestra madre, y no a la Virgen jefa de la Oficina Telegráfica, que todos los días envía un mensaje a la misma hora… ésta no es la madre de Jesús. Y esas presuntas apariciones no tienen tanto valor. Y esto lo digo como opinión personal”. Pero distinguió también de un tercer hecho, el hecho espiritual de que la “gente va allí y se convierte”, lo que “no se puede negar”, y con todos estos datos se ha enviado a un Obispo capaz, “para ver cómo va la parte pastoral. Y al final se dirá algo”.
Sobre la renuncia de Marie Collins a la Comisión de Protección a los Menores, el Papa señaló que ella le explicó bien, que es una buena mujer con ganas de trabajar, que si bien tiene razón en que existen muchos casos “amontonados”, también se han dado pasos importantes como el que casi todas las Diócesis tienen protocolos o la creación de un tribunal de segunda instancia con Mons. Scicluna a la cabeza.
Se le preguntó sobre esa dicotomía que existe en pueblos que se identifican mayoritariamente católicos, pero que adoptan posiciones contrarias a las orientaciones de la Iglesia, como el matrimonio homosexual o el aborto, a lo que Papa respondió que eso es un problema político que implica una falta de formación y también de cultura, lugares donde son muy católicos pero son anticlericales, lo que le preocupa, por lo que pide a los sacerdotes que “huyan del clericalismo” que aleja al pueblo.
Respecto de la alusión al “Obispo vestido de blanco” que se hizo en la oración a la Virgen en la Capilla de las apariciones, el Papa señaló que él no compuso la plegaria sino que fue hecha por parte del mismo santuario y donde él encuentra la coincidencia con el mensaje de Fátima es propiamente con el blanco de la inocencia y pureza de los niños y de los que buscan a Dios, pero la interpretación a éste es la que en su momento elaboró el entonces Prefecto para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, el hoy Papa emérito Benedicto XVI.
Sobre el hecho de que hace 25 años justo un 13 de mayo el Nuncio Apostólico en Argentina le informara que había sido designado como Obispo Auxiliar de Buenos Aires, el Papa indicó que habló un poco de ellos con la Virgen y que le pidió perdón por sus errores y por “el mal gusto a la hora de elegir a las personas”, dijo entre risas.
Oración del Regina Coelli
Al día siguiente en la Plaza de San Pedro, el Papa compartió con los fieles los pormenores de su viaje. “En Fátima me sumí en la oración del santo Pueblo fiel, oración que fluye desde hace cien años como un río, para implorar la protección maternal de María, sobre el mundo entero” y agradeció a Dios por ello.
Señaló que en el centro de todo esta Jesús resucitado, presente en la Palabra, la Eucaristía y en los enfermos, además indicó que la Virgen eligió el corazón inocente de los niños Francisco y Lucía. Con su canonización el Papa llama a la Iglesia a cuidar a los niños y los propone como modelo por su ardor en corresponder al don recibido por la Virgen.
El Papa Francisco insistió en que “también hoy hay tanta necesidad de oración y penitencia para implorar la gracia de la conversión, para implorar el final de tantas guerras que están por todas partes en el mundo que se extienden cada vez más”.
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