La Arquidiócesis Primada de México, se alista a peregrinar este sábado 13 de enero a la Basílica de Guadalupe, para encomendar sus esperanzas, dolores, alegrías e inconsistencias a la “Morenita del Tepeyac”. Todas las Diócesis del país, peregrinan una vez al año y es esta Arquidiócesis la primera que lo hace, por lo que siempre se realiza a principios del mes de enero.
El Cardenal Norberto Rivera Carrera, aprovechó sistemáticamente la gran ocasión, para entregar al pueblo de la Arquidiócesis las Orientaciones pastorales de cada año.
Cabe señalar que el mensaje que transmitía, el Cardenal a los fieles, frecuentemente recordaba el documento, fruto del Segundo Sínodo Arquidiocesano, iniciativa que intenta dar un nuevo rostro a la labor pastoral de la Iglesia local.
La homilía pronunciada es una forma de plataforma de lanzamiento para el trabajo de cada año, por lo que en 2015, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, habló sobre la importancia de la evangelización, no sólo por territorios sino en los diferentes ambientes además destacó la necesidad de la atención a la familia y señaló que quien ha sentido el amor de Dios no necesita muchos cursos para ir a transmitir su mensaje, ya que cada uno es un misionero.
En el año 2016, en pleno Año de la Misericordia, recordó lo próximo que estaba el viaje de Su Santidad Francisco a México, que se llevó a cabo en febrero de aquel año, y señaló que el Papa venía con la intención de encomendar ese año jubilar a Nuestra Señora. En dicha ocasión comentó que “la compasión es el fundamento de la caridad de Jesús” y que es la que nos debe de tocar el alma al ver a nuestro prójimo en desgracia. De esta manera recomendó no excluir a ninguna persona y la práctica de la llamada “lectio divina”.
Así en el 2017, el Cardenal lanzó las orientaciones, ciertamente como un camino pastoral en sintonía con el de orientaciones anteriores, en las que enfatizaba la importancia de la formación específica a favor de la evangelización, sin embargo recordó que es el Espíritu Santo quien impulsa, que este trabajo no es de cada uno, es del Señor.
Recalcó que estamos invitados a tener actitudes de buenos samaritanos, ya que “estamos llamados ser expresión de la misericordia de Dios”.
Además no omitió, comentar su deseo de que la Constitución de la Ciudad de México, que se discutía en esos días, fuese como Nuestra Madre, “protectora de la vida en cualquier circunstancia”, que supiera velar por que viven en la miseria, los no nacidos, los pobres, los enfermos, etc.
Y recalcó que “la Constitución no puede ser fruto de un grupo de elegidos, debe ser fruto de toda una ciudadanía”, y como María le encomendó su mensaje San Juan Diego, señaló que todos estábamos llamados a participar en la construcción de aquel proyecto.
La invitación a la “Casita Sagrada”, nuevamente se extiende este año, y la cita es este próximo sábado 13 de enero, a las 9 de la mañana, en la ex glorieta de Peralvillo, para visitar a Nuestra Madre, de quien recibimos al verdaderísimo Dios por quien se vive, junto al hoy Administrador apostólico de la Arquidiócesis de México, unidos como pueblo de Dios.
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