Aquí te presentamos lo que celebramos durante el jueves, viernes y sábado santo así como durante el domingo de Pascua florida.
Los días en los que se actualiza la pasión, muerte y resurrección de Jesús están a la puerta y cada día conlleva un mensaje especial de Dios para todos los hombres.
Tras la celebración del Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión con la que inicia la Semana Santa los días que conmemoran la entrega de Jesús por la humanidad inician el jueves y, el domingo se celebra la victoria del Hijo de Dios sobre la muerte y el pecado.
Jueves Santo
Este día Jesús se muestra entrañable con sus discípulos y a través de ellos con todos los hombres. Realiza el lavatorio de pies, es decir, da ejemplo de servicio a los demás, siendo el maestro y el Señor como Él mismo lo manifiesta, fue capaz de realizar un servicio reservado a los esclavos.
El impacto por esta acción fue tan radical que Pedro se negó a que Jesús le lavara los pies; pero Cristo le advirtió que si no lo permitía no tendría parte con Él. Es importante que todos nos dejemos lavar por Jesús de nuestras impurezas.
Este mismo día Jesucristo come la última cena con sus discípulos durante la cual instituye el sacramento de la Eucaristía y el sacramento del Sacerdocio, al mismo tiempo. Es el mismo Hijo de Dios quien lleva a cabo la primera Misa porque realiza por primera vez la consagración del pan y el vino que se convierte en Su Cuerpo y Su Sangre para que sea dado en comunión.
No es una mera representación, es un acto real: “Éste es mi cuerpo”, “Ésta es mi sangre”. Ya previamente durante su vida pública había advertido que su carne es verdadera comida y su cuerpo verdadera bebida. De hecho, es en la misa donde se lleva a cabo la consagración y es la que perpetúa la orden del Señor de hacer esto en memoria suya.
Cabe mencionar que la santa misa no es sólo una cena fraterna es el mismo sacrificio de Cristo al Padre por nosotros sólo que de manera incruenta; ir a misa es en cierta forma asistir al Gólgota el mismo Viernes Santo.
También la Iglesia nos recuerda que Jesús nos deja un mandamiento nuevo, “ámense los unos a los otros como yo lo he amando”. Es decir, nos ordena ir más allá de amar al prójimo como a sí mismo, es amar como Jesús nos ama, un amor que llega hasta el extremo.
Y después de cantar los Himnos del Hallel, salió con sus discípulos a orar al Huerto de Getsemaní. Pidió a Pedro, Santiago y Juan que le acompañaran y que oraran con Él porque sentía “una tristeza mortal”. Apartado a cierta de distancia de ellos pedía: “¡Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz! Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Pero los discípulos no pudieron orar con Él, tal como nosotros muchas veces. Tras su oración fue aprehendido. Por lo anterior los fieles hacen oración acompañando al Santísimo Sacramento, al término de la cual las sagradas formas tienen que ser consumidas o trasladadas a un lugar distinto del Sagrario.
En cuanto a la liturgia, en la mañana del jueves el obispo correspondiente celebra la Misa Crismal, en la que se dispone el Santo Crisma, así como los óleos para los enfermos y para quienes recibirán el bautismo, los óleos se repartirán a todas las parroquias de la diócesis.
Viernes Santo
Por supuesto, que este día es en el se actualiza la crucifixión y muerte de Jesucristo, nuestro salvador.
Pudiera parecer que la actividad religiosa más importante del día es el Vía Crucis, que recuerda el camino de Jesús hacia el monte Calvario llevando a cuestas su propia cruz, sin embargo, esto no es así, la celebración litúrgica propia del día es la Adoración de la Cruz.
El viernes santo es el único día de año en el que no se celebra la Santa Misa, por lo que se lleva a cabo la acción litúrgica de la Adoración de la Cruz.
Ésta es muy bella y llena de simbolismos en la que además se pide a Dios por los que no creen, por los judíos, por los cristianos, por la Iglesia, por los gobernantes. A pesar de no ser misa, sí se reparte la comunión porque sin ella no podemos subsistir.
Otras actividades que se realizan en este día son, además, del Vía Crucis y la acción litúrgica, el Sermón de las siete palabras en el que se reflexionan las frases que Jesús exclamó desde la cruz; además de otras actividades en sintonía con la Virgen María, tales como el pésame, la procesión del silencio o el rezo del rosario.
Este día los fieles deben guardar ayuno y abstinencia, es decir realizar sólo una comida fuerte al día, aunque es posible ingerir algo ligero en otros momentos; además de no comer carne de animales de sangre caliente, por eso se puede comer pescado. En la actualidad, sólo miércoles de ceniza y viernes santo tienen esta característica del ayuno.
Sábado Santo
Es un día de recogimiento y de acompañamiento a la Virgen María, es un día de silencio. Su oración oficial es el rezo de la Liturgia de las Horas, en algunas comunidades se medita el Vía Matris, el camino de vuelta del Virgen partiendo desde el Calvario. En ese día el cuerpo de Cristo, que no sufrió la corrupción, reposó en el sepulcro.
Domingo de Resurrección – Pascua Florida
El hecho más radical en la historia de humanidad es la Resurrección de Cristo, porque nadie por más bueno o sabio ha vuelto de la muerte; pero Jesús es Dios y hombre y ha vencido a la muerte. San Pablo dijo que si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe.
La Vigilia Pascual es la celebración más importante del año litúrgico y se revive la Resurrección; se lleva a cabo en la noche del sábado, víspera del domingo. Da inicio con la bendición del fuego nuevo, normalmente fuera del templo. El cirio pascual encendido que representa a Cristo entra en medio de la oscuridad y éste es el que ilumina, después se escucha el pregón pascual.
En esta ocasión se hacen 7 lecturas con 7 salmos en las que se resume la historia de la salvación y con la lectura del Nuevo Testamento, que es de san Pablo, se abre la Gloria, se encienden todas las luces, tañen las campanas y se canta justamente el Gloria, que no se entonó en Cuaresma. Por supuesto, después se proclama el Evangelio.
Se pueden celebrar bautismos en esa noche, especialmente si son adultos; pero también de niños; se bendice el agua que es otro signo importante de la Vigilia. Cabe mencionar que aun con estos signos no deja de ser una misa.
Los evangelios relatan cómo santa María Magdalena fue la primera en ver a Cristo resucitado en la mañana del tercer día; haciéndose ella misma apóstol de los apóstoles. Ellos estaban abatidos desde la tarde del viernes en que había muerto el Señor; pero al escuchar el testimonio de María Magdalena fueron al sepulcro y lo encontraron vacío con lo que resurgió su amor y su esperanza.
El domingo es un día solemnísimo, el domingo de la resurrección también se le conoce como Pascua Florida.
Con información de Arguments, Aleteia, Vatican.va
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