Para pedir por la salud y el fin del COVID-19, la Iglesia de América Latina y el Caribe se unirá para consagrar a todo el continente a la mirada amorosa de la Virgen de Guadalupe en estos momentos difíciles en los que ella puede abrir las puertas de la esperanza.
Así lo anunció la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) que a través de este acto se unirá a los obispos de México para alabar al Señor Jesús por el regalo de su Madre Santísima, Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de Dios y Madre de la Iglesia en América Latina y el Caribe, primera discípula y gran misionera de nuestros pueblos y a quien recurrimos confiados para que interceda por nosotros.
Frente a la imagen de la Guadalupana, en su Casita del Tepeyac (la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe), se llevará a cabo esta celebración el Domingo de Resurrección, 12 de abril, a las 12:00 horas, tiempo del centro de México la cual será transmitida vía internet desde donde podrá ser seguida en cualquier parte del mundo.
Para unirse a este evento, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, presidente del CELAM, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, invitó a que al filo del mediodía (hora de México), en las catedrales y templos parroquiales de América Latina y el Caribe, se toquen 12 campanadas que marcarán el comienzo del Santo Rosario Misionero ofrecido por la salud de las personas de los cinco continentes.
Una vez concluido el rezo del Rosario se celebrará la Santa Misa de Resurrección, culminando con el Acto de Consagración a Nuestra Madre en donde además de pronunciar una oración especial se le presentará una ofrenda floral, en el mismo lugar donde el papa Francisco en febrero de 2016 oró en silencio, pidiendo a la Virgen de Guadalupe por el mundo entero.
Desde el 23 de marzo monseñor Miguel Cabrejos y monseñor Juan Carlos Cárdenas, presidente y secretario general del CELAM, respectivamente, propusieron en una carta enviada a los presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe que consagren sus Naciones a la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe, ante la crisis sanitaria producida en todo el mundo por la propagación del COVID-19.
En aquella ocasión, en víspera de la conmemoración de la Anunciación del Señor, el CELAM propuso esta oración para consagrarse a la Emperatriz de América:
Oración a la Virgen de Guadalupe Santísima Virgen María de Guadalupe,
Madre del verdadero Dios por quien se vive
En estos momentos, como Juan Diego, sintiéndonos “pequeños” y frágiles ante la enfermedad y el dolor, te elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Te consagramos nuestros pueblos, especialmente a tus hijos más vulnerables: los ancianos, los niños, los enfermos, los indígenas, los migrantes, los que no tienen hogar, los privados de su libertad.
Acudimos a tu inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión: alcánzanos de tu Hijo la salud y la esperanza.
Que nuestro temor se transforme en alegría; que en medio de la tormenta tu Hijo Jesús sea para nosotros fortaleza y serenidad; que nuestro Señor levante su mano poderosa y detenga el avance de esta pandemia.
Santísima Virgen María, “Madre de Dios y Madre de América Latina y del Caribe, Estrella de la evangelización renovada, primera discípula y gran misionera de nuestros pueblos”, sé fortaleza de los moribundos y consuelo de quienes los lloran; sé caricia maternal que conforta a los enfermos; y para todos nosotros, Madre, sé presencia y ternura en cuyos brazos todos encontremos seguridad.
De tu mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
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