Discernir la información

Una táctica antigua. Discernir las “fake news”

1) Para saber

Las redes sociales se han convertido en algo inevitable, siendo una fuente inagotable de información. Sin embargo, no todo lo que ofrece es confiable. Ha aumentado el riesgo de encontrarse con falsedades, dificultándose distinguir entre lo verdadero y los falso. Debido a que las redes sociales son plataformas públicas, cualquiera puede publicar algo sin comprobar si es verdad. Así han proliferado las noticias falsas llamados con el anglicismo “fake news”. Son varias las razones por las que se difunden estas noticias falsas: para aumentar la audiencia; para tener más seguidores; por ignorancia; para tener mayor impacto en el mercado; para impresionar o ponerse sobre los demás al pretender tener una verdad que nadie tiene, considerando a los demás inferiores o para desprestigiar la verdad por intereses personales, políticos, económicos o religiosos.

Por ello, el papa Francisco comentó que la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas es muy actual pareciendo que se escribió para nuestra época, pues previene sobre falsas noticias. Los gálatas vivían en la región de Anatolia, en lo que hoy es Turquía. San Pablo había fundado pequeñas comunidades cristianas, pero habían llegado algunos difundiendo lo que hoy diríamos “fake news”, falsedades sobre la fe cristiana y sobre el mismo Pablo queriendo desprestigiarlo. Se presentaban como los únicos poseedores de la verdad, y sembraban confusión y división. No es algo nuevo, dice el Papa, es la táctica acostumbrada por el demonio que es “padre de la mentira”, queriendo con ello confundir y dividir a la gente, apartarla de la verdad.

2) Para pensar

Cuenta una leyenda que un día la Mentira y la Verdad se encontraron en un río. Entonces, la Mentira saludó: “Buenos días, doña Verdad”. Y la Verdad, que no se fiaba, comprobó si realmente era un buen día. Miró al cielo azul sin nubes, escuchó cantar a los pájaros y, sí, era un buen día. “Buenos días, doña Mentira”. La Mentira le comentó: “Hace mucho calor hoy”. Y la Verdad vio que era un día caluroso. La Mentira entonces invitó a la Verdad a bañarse en el río. Se quitó la ropa, se metió al agua y dijo: “Venga doña Verdad, que el agua está muy buena”. La Verdad confió, así que se quitó la ropa y se metió al río. Pero entonces, la Mentira salió del agua y se vistió con la ropa de la Verdad, mientras que la Verdad se negó a vestirse con la ropa de la Mentira, prefiriendo salir desnuda. La gente aceptaba a la Mentira vestida con la ropa de la Verdad, pero se alejaba al ver a la Verdad desnuda.

Una interpretación de la fábula sería que solemos preferir las mentiras disfrazadas, en vez de la verdad tal cual es. Pensemos si amamos la verdad aunque nos cueste aceptarla.

3) Para vivir

Preciso es saber discernir y tener precaución antes de aceptar algo como verdadero, pues no falta quien pretenda engañar. Pero, ¿cómo conocer la verdad? Ciertamente el hombre se encontraría desamparado si no fuera porque la Verdad misma se hizo hombre en Jesucristo, y nos dejó a su Iglesia para que transmita las verdades fundamentales a lo largo de los siglos. Podemos caminar confiados con la certeza de que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos y guía a la Iglesia.

 

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