Marie Collins, ejemplo del perdón

Marie Collins integrante Comisión para la tutela de menores en Vaticano

Designar a la irlandesa Marie Collins como integrante de la Comisión para la tutela de menores del Vaticano para prevenir la explotación y el abuso sexual hacia los niños, fue la mejor elección que el Papa pudo haber hecho, ya que, por haber sido ella misma víctima de abuso sexual a los 13 años de edad por parte de un sacerdote, puede entender y escuchar a las personas que han sufrido esta violación a su dignidad.

En entrevista para yoinfluyo.com, el padre José Alfredo Castro Ortiz, administrador del Seminario Diocesano de Santa Rita de Jesús, destacó que, con esta decisión, el Papa Francisco se revela como un personaje que no sólo se preocupa por dirigir un discurso hacia las personas que esperan un mensaje de aliento, sino que se ocupa de que del discurso se pase a la acción, a la ejecución de los actos necesarios, como en este caso, para atender a las personas que han sido víctimas de abuso sexual y que se les ha lastimado una parte de su alma.

Para el sacerdote Castro Ruiz, “no solamente hay que decir ‘hay que denunciar y poner bajo las normas de la ley a aquel que cometió el abuso’, sino también mirar a la víctima, pero no dándole simples apapachos o consuelos, sino más bien llevarles a sanar su alma”, que es otro de los objetivos de la comisión especial creada por el Papa Francisco.

Marie Collins fue víctima de abuso sexual a sus trece años de edad por parte de un sacerdote en Irlanda, al que llevaría posteriormente ante la justicia en 1997. A raíz de este lamentable suceso en su vida, comenzó a dirigir campañas para la protección de las niñas y los niños sobrevivientes de abusos sexuales.

Pero, antes, tuvo que pasar por un largo periodo de abatimiento. “He vivido una vida por más de treinta años, donde el día tras día era una lucha. Yo pensaba que eran años perdidos, una vida desperdiciada. Tuve muchos tratamientos para mis problemas de salud mental, algunos de los cuales fueron útiles, pero no resolvieron mi problema. El inicio de mi recuperación fue el día en que, en la Corte, mi agresor asumió la responsabilidad por sus acciones y admitió su culpabilidad”, cuenta ella misma.

Y, precisamente, es por ese largo proceso de sanación por el que pasó, que Marie Collins podrá “guiar y mostrar el mejor camino a la sanación de las personas que padecieron este tipo de actos”, explica el padre Castro Ruiz, para quien “las faltas cometidas por sacerdotes o algún religioso de la Iglesia Católica son terribles y deben ser atendidas no sólo por la Iglesia, sino por toda la sociedad”.

La comisión está compuesta por ocho miembros: Además de Marie Collins, figura el cardenal Sean Patrick O’Malley, arzobispo de Boston, pionero en la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia; Humberto Miguel Yáñez Molina, director del departamento de Teología Moral de la Universidad Gregoriana de Roma, amigo personal del Papa Francisco; Catherine Bonnet, psiquiatra francesa experta en tratar a víctimas de abusos; Sheila Hollins, psiquiatra británica; Claudio Papale, profesor de Derecho Canónico; Hans Zollner, sacerdote y teólogo alemán; y Hanna Suchocka, ex primera ministra de Polonia.

“He utilizado estos años para participar en el trabajo por la justicia de los sobrevivientes y he hablado a favor de una mejor comprensión del abuso infantil para mejorar la protección de los niños. Mi vida ya no es un terreno baldío. Siento que tiene sentido y vale la pena”, confiesa la nueva Marie Collins.

Y ésa es la misión que tiene la comisión y sus integrantes, que vale subrayar tienen un carácter paritario; es decir, todos tienen el mismo peso específico al interior de la misma.

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