Poder expresar nuestras ideas es algo muy grande e importante, a veces no podemos hacerlo porque no se nos permite hacerlo, porque nos da miedo, porque no sabemos cómo hacerlo, pero cuando encontramos esa voz interior que te hace hablar desde el corazón buscas los medios para que todos la puedan escuchar.
Cuando de pronto te das cuenta de que los te escuchan coinciden y hasta te buscan para escuchar más porque ellos piensan, sienten, viven igual que tú, te vuelves voz publica y no puedes volver a ahogar esa voz.
En mi caso, me han abierto el medio para expresar lo que pienso, lo que vivo, lo que hay en mi corazón y por eso agradezco tanto por la oportunidad de compartir cada semana el ser y quehacer de una mujer, madre y esposa; comunicadora y católica que quiere compartir el día a día con los que la quieren escuchar.
Para mí es muy importante poder compartir todo lo que Dios me ha dado por medio de mi familia, amigos y sobre todo por medio de ese dialogo con Él, que hace que mi vida sea un poco más fácil, para que si a alguien le es de utilidad, pueda tenerlo como una pequeña herramienta para adaptarla a su vida cotidiana.
Por eso hoy te quiero compartir mis 5Tips para encontrar esa voz interior y aprender a compartirla con los demás y en primer lugar con nuestra familia.
PRIMERO. Mantén un diálogo constante con Dios.
La oración es la fuente de toda inspiración, ya sea para las cosas extraordinarias como para las cosas más pequeñas y cotidianas, ya que por medio de este diálogo constante con Dios podemos conocer cómo debemos actuar, pues le permitamos a Él hablarnos desde el corazón y en el corazón.
Es así que todos nuestros actos irán impregnados de Amor y por lo tanto buscaran el bien de los que nos rodean y de nuestros seres queridos. Y por que no, hasta de los que nos persiguen o hacen daño.
Es muy impresionante que aun en los momentos en que no sabemos qué hacer, tomar unos minutos para orar te pueden dar rumbo, son como una brújula para retomar el rumbo y seguir avanzando en la vida cotidiana.
Si hacemos este ejercicio con las cosas pequeñas de todos los días, cuando lleguen las cosas extraordinarias que nos pueden quitar la paz, estaremos listos y acostumbrados a dialogar con Dios para escuchar cuál es su voluntad en todo momento para con nosotros y nuestra familia.
SEGUNDO. Cuéntale todo lo que te pasa
Muchas veces traemos una maraña de pensamientos y sentimiento que no podemos acomodar y que nos generan angustia, miedo o desazón, pero si logramos expresarlos se irán acomodando y clarificando de tal forma que llegara la paz y la cordura para poder actuar mejor.
Dios siempre nos escucha de forma activa, es decir, nos escucha, acoge todo y después nos da una respuesta clara y concreta por medio de su Palabra.
TERCERO. Ahora escucha lo que Él te quiere decir y trata de llevarlo a la práctica.
La podemos encontrar frente al Santísimo, leyendo la Santa Biblia, en una homilía de la Santa Misa, en el consejo de algún sacerdote o amigo, etc. tenemos muchos medios para escuchar a Dios, solo es necesario abrir el corazón y disponernos para contarle todo y dejar que Él nos hable y estar dispuestos a ponerlo en práctica en nuestra vida cotidiana.
Si esto implica hacer cambios en nuestras actitudes, no tardar en realizarlos, aunque sean cambios que impliquen tiempo, es decir, que entremos en un proceso de cambio por Amor.
Si lo que nos dice es que debemos ayudar a otras personas a encontrar el modo de mejorar su vida, hagamos lo posible primero en nuestra familia. Con nuestros hijos y familiares, después con las personas que nos rodean en los distintos ambientes en que nos movemos y por último en los lugares que vamos visitando de forma extraordinaria.
Pero, ¿Cómo hacemos eso? Pues con nuestro testimonio de vida que nos lleva a mostrar que si se puede llevar a la practica el Amor que Dios nos da y que lo podemos compartir con los demás en los detalles cotidianos, en la ayuda solidaria con el que mas lo necesita, en la paciencia de escuchar a lo que están solos, en la disposición de ayudar al que lo necesita, en la apertura de corazón para estar dispuestos a dar consejo, etc.
CUARTO. Comparte todo eso con tus seres queridos, los más cercanos.
Como te digo es super necesario que comencemos con nuestros seres queridos, con nuestra familia y poco a poco que podamos ser sal para ellos, es decir, que podamos darle ese sabor amoroso que Dios nos pide para después ser luz del mundo con nuestro testimonio, porque hay otras personas que viven en la oscuridad pero que necesitan y quieren ser iluminados por el Amor que Dios tiene para ellos pero que nos saben como obtenerlo.
En estos casos es cuando podemos se luz para ellos, viviendo y actuando desde el Amor y por Amor y con nuestro testimonio encontraran la luz que cambiará su vida y los acercará a Dios. Esto es una gran responsabilidad pero es lo que nos pide Dios a todos los que recibimos su Amor.
Y QUINTO. Compártelo con acciones muy concretas.
Hemos dicho que nuestro testimonio debe ser luz para los buenos rodean pero quisiera precisar que debemos lograr llegar a acciones muy concretas que beneficien a todos, por ejemplo, actitudes que comuniquen el Amor de Dios, palabras que toquen corazones, oídos que escuchen corazones dolidos y corazones dispuestos a amar sin pedir nada a cambio.
Nuestras acciones pueden ser inspiración para los que no saben por dónde seguir, es por esto que debemos tratar de actuar siempre conforme al Amor de Dios.
Si alguna vez no logramos actuar así, es licito pedir perdón, levantarnos y retomar el rumbo porque no somos perfectos, pero estaos en el camino de perfección y por eso cada caída es una oportunidad de mejorar y hacernos más fuertes.
Te puede interesar: VIVIR LA CUARESMA EN LO COTIDIANO
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Vox Fides