Vegetariana que come carne. Encontrar mi Calcuta

1)  Para saber

En una ocasión le comentaron a la Santa Madre Teresa de Calcuta que siendo tanta la gente necesitada, lo que hacía era sólo una gota en el océano. Ella respondió: “Pero si no lo hiciera, el océano tendría una gota menos”.

Ciertamente no podemos resolver todos los problemas del mundo, pero ello no nos excusa para no hacer nada. El papa Francisco invita a preguntarnos si sucede que pensamos inmediatamente en una justificación para desentendernos de las necesidades a nuestro alrededor. En su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que se lleva a cabo en Lisboa del 1 al 7 de agosto, el Papa tomó como lema: “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1,39). Frase del Evangelio que relata lo que hizo inmediatamente la Virgen María después del anuncio del arcángel san Gabriel sobre la encarnación del Verbo de Dios, y su maternidad divina.

En la actitud de María encontramos el ejemplo de “levantarnos” e ir a toda prisa al encuentro del necesitado. La Virgen, dice el Papa, cuando sabe que va a ser la madre de Jesús no se queda “tomándose un selfie, o presumiendo”, sino que lo primero que hace es ponerse en camino, a toda prisa, para servir.

2)  Para pensar

Tamara Falcó Preysler, marquesa de Griñón, hija de Isabel Preysler, es una aristócrata española y diseñadora de moda. Rodeaba de comodidades, sentía un vacío interior que le hizo reflexionar. Gracias a una amiga, se dio cuenta de que ser “cristiana no practicante”, es “como ser vegetariana y comer carne”.

Tamara reconoció que en su familia no se practica la fe, y pensó que sería más fácil si tuviera una “familia cristiana normal”. Pero cambió de parecer gracias a una frase de Santa Madre Teresa de Calcuta: “Se puede encontrar Calcuta en todas partes si tienes ojos para mirar. En todos los lugares del mundo hay personas no amadas, no deseadas, rechazadas; personas a las que nadie ayuda, personas marginadas y olvidadas, y esta es la mayor de las pobrezas”.

Visitó un orfanato en Mozambique que caló en su corazón. Se preguntó cómo puede ser que esos niños desamparados sean tan alegres y yo esté rodeada de gente, que se supone tiene más —guapos, ricos, famosos—, y, sin embargo, la gente se suicida. Comprendió que Jesús da la felicidad: es el amigo que nunca te falla, que te quiere, que lo sabe todo sobre ti, que lucha por ti: “él llenó mi vacío y soy feliz. Lo primero maravilloso fue conocer a la Virgen María que es una madre preciosa y a través de ella a Jesús, que es lo máximo. Mi misión es llevar a Cristo a esos sitios frívolos, porque también son hijos de Dios. Esa es mi Calcuta para ser testigo de Cristo”. Aunque no faltaron críticas, ella pensaba: “Más puntos ganas para el cielo”.

3)  Para vivir

Invitó el Papa Francisco a rezar para que la Jornada de la Juventud, de cientos de miles, “ayude a los jóvenes a ponerse en camino, dando testimonio del Evangelio con su propia vida, llevando la alegría… pues nadie más que Dios puede darte la verdadera felicidad. Llevad la alegría a vuestras familias, a vuestras escuelas y universidades, a vuestros grupos de amigos, dondequiera que viváis… Y así haréis de este mundo un lugar mejor para todos”, concluyó el Papa Francisco. 

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