En la actualidad, los medios de comunicación y la sociedad en general, nos presentan modelos de familias incompletas o trastocadas, donde la figura del papá ha sido casi borrada, un poco porque tiene que trabajar y poco está en casa y otro poco porque la figura de la mujer ha sido empoderada y ahora es dominante, provocando que los hijos crezcan sin equilibrio y por lo mismo sin seguridades dentro de la misma familia.
Siempre podemos apuntalar la figura paterna para que en nuestra familia se viva en equilibrio, con seguridad, con gran amor para que sean niños y jóvenes con valores y que puedan dar testimonio en la sociedad.
Para ello tenemos la figura y ejemplo de San José, padre en la tierra de Jesús, que tienen un gran número de virtudes que podemos tomar para que papá las practique en nuestra familia.
Por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograr que papá tenga un lugar especial y protagónico en nuestra familia.
PRIMERO. Que papá tenga un tiempo especial para dialogar con los hijos.
Sé que el trabajo es mucho, que las responsabilidades son grandes y que el tiempo no alcanza por el ritmo de vida que llevamos, pero es necesario establecer momentos al día o a la semana para que haya una sana convivencia entre papá y los hijos.
Papá debe hacer todo lo posible por respetar este tiempo y estar puntual para aprovecharlo al máximo. Los hijos deben estar dispuestos para convivir y disfrutar de la presencia de papá con ellos, evitando los pleitos y estar discutiendo.
Mamá puede usar ese tiempo para salir a hacer sus cosas, para descansar o para avanzar en alguna tarea importante que esté inconclusa. El chiste es que ese tiempo lo pasen los hijos con papá para fortalecer su figura ante los hijos.
SEGUNDO. Que mamá no use a papá para castigar a los hijos.
Esto pasa muy seguido por la dinámica propia de la vida familiar, donde la mamá está más tiempo con los hijos y se llega a desgastar y cuando llega papá del trabajo, a veces lo primero que hacemos es acusar a los hijos y desahogarnos con él.
Con esta actitud sólo desgastamos la figura de papá y provocamos que los hijos le tengan miedo y que cuando necesiten algo no acudan a él.
Mamá debe ser quien le dé su lugar a papá y propicie que los hijos le busquen y le quieran compartir lo que hay en su corazón.
Seguro que la Virgen María le inculcó a Jesús el gran amor que tenía por su papá de la Tierra, San José.
TERCERO. Que papá lea y conozca la vida y virtudes de San José.
Los datos que tenemos de San José son pocos en la Palabra de Dios porque fue un varón silencioso y obediente, que le gustaba escuchar a Dios y hacer su voluntad.
Pero existen algunos libros donde algunos padres de la Iglesia y ahora el Papa Francisco nos comparten las virtudes que tienen San José, el documento se llama Patris Corde, con corazón de Padre.
Así debe ser el corazón de los papás, como el corazón de San José.
Pero papá no se puede quedar solo con conocer, se trata de llevar a la práctica.
CUARTO. Que papá lleve a la vida cotidiana estas virtudes.
Es necesario que papá haga el esfuerzo de parecerse cada vez más a San José y esto lo puede lograr si trata de llevar a la práctica las virtudes de San José.
Como esto no es fácil, sería bueno que papá hiciera lo posible por adquirir una a una las virtudes, realizando acciones concretas y visibles que ayuden a la familia a darse cuenta que papá está trabajando para parecerse más a San José.
Un calendario de valores, uno por mes, podría ayudar y no solo a papá sino también lo podemos aplicar a los hijos varones que podrían ir adquiriendo estas virtudes desde pequeños para que sea más sencilla la vivencia de ellas.
Y QUINTO. Que ore la familia unida a San José para que proteja y ayude a papá.
Habiendo trabajado la parte de las virtudes, podemos pasar también a la parte espiritual, que es muy necesaria.
La oración es un gran sustento para el trabajo de la voluntad y, sobre todo, para la familia y para papá.
Si hacemos un estilo de vida la oración familiar, será más sencillo que la familia entera apoye a papá, pidiendo a Dios para que le dé la fortaleza para seguir trabajando en parecerse a San José.
De esta forma estaremos dándole el valor que merece la figura paterna para que los hijos crezcan seguros y amados, viendo que papá y mamá se aman y se respetan y que papá busca siempre adquirir las virtudes de San José para ser un padre amoroso con sus hijos.
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