Para saber
Hoy en día, la informática nos permite conocer quiénes fueron nuestros ancestros, incluso remontándonos muchos siglos atrás. Conocer a nuestros antepasados nos ayuda a explicarnos por qué estamos aquí y quiénes somos.
Ahora, el Papa Francisco, en su audiencia, quiso detenerse en la genealogía de Jesús, dando inicio a un nuevo ciclo de catequesis que desarrollará durante todo el Año Jubilar, cuyo lema es: «Jesucristo, nuestra esperanza».
El Papa comenzó con la genealogía descrita en los Evangelios de San Mateo y San Lucas. Con ello se demuestran dos aspectos importantes: que es un hecho histórico y que Jesús es verdadero hombre. Jesucristo pertenece a la historia, no apareció de repente ni es una invención humana, sino que nació en un año determinado. Su existencia está atestiguada por sus ancestros.
En el Credo que se reza los domingos en la Santa Misa, se dice que Jesús fue “crucificado en tiempos de Poncio Pilato”, con lo cual se le está poniendo fecha. Si bien hay debate sobre el año preciso de su nacimiento, nadie duda de la verdad de su existencia. Jesús es verdadero hombre, así como también es verdadero Dios: un misterio no fácil de explicar, pero verdadero.
Para pensar
Nuestros ancestros nos transmiten conocimientos, costumbres y, tal vez, una herencia, pero también recibimos de ellos una carga genética. Quien lideró el proyecto para obtener el Genoma Humano fue el científico Francis Collins, quien logró secuenciar las tres mil millones de “letras” del ADN. Fue ganador del Premio Templeton por afirmar la dimensión espiritual de la vida y ha sido director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.
Sin embargo, de joven, Collins fue agnóstico y luego ateo hasta los 27 años, cuando decía que estaba “muy contento con la idea de que Dios no existía y que no tenía interés en mí”. Pero cambió de opinión al leer el libro de C. S. Lewis Mero Cristianismo, donde se presenta racionalmente la existencia de Dios.
El problema del bien y del mal no está resuelto por los ateos; en cambio, el cristianismo le dio respuestas. En su libro escribió: “He encontrado tanta alegría en la capacidad de reunir las perspectivas espirituales y científicas que siento la necesidad de compartir”. Ahora obtiene consuelo en la oración y en la lectura de los Salmos. Collins contó que, si pudiera hablar con su antiguo yo ateo, lo alentaría a preguntarse: ¿Por qué hay algo en lugar de nada? ¿Hay un Dios y cómo sabrías si lo hubiera? ¿De qué se trata el amor o la belleza? ¿Por qué estamos aquí?
Para vivir
La genealogía de Jesús muestra que la vida humana, al pasar de una generación a otra, entrega tres cosas: un nombre que encierra una identidad con una misión única; la pertenencia a una familia y a un pueblo; y, finalmente, la adhesión de fe al Dios de Israel, afirmó el Papa Francisco.
En la genealogía de Jesús también aparecen mujeres, algo insólito en su tiempo. Al final se destaca la figura de María, quien marca un nuevo inicio: de ella nació Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios. Él se muestra en la fragilidad de un niño indefenso, necesitado del cuidado de su madre, de pañales, de alimento, de caricias y de amor, para que no tengamos reparo en acercarnos a Él.
Te puede interesar: El Espíritu Santo y la Iglesia (16) ¿Qué es el kerygma?
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Vox Fides