Participación, para cambiar a México: Obispo Enrique Sánchez

Ante los graves problemas de pobreza, desigualdad social, violencia, inseguridad y corrupción que se viven en México, el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Durango, Enrique Sánchez Martínez, conminó a la grey católica a participar de manera organizada y propositiva en la definición de los grandes cambios que requiere el país, a fin de no dejar que las decisiones queden en manos de unos pocos, que sólo ven hacia sus propios intereses.

“Con ustedes y como ustedes, sentimos gran preocupación por el futuro de México. Por eso, ante las recientes Reformas Constitucionales aprobadas, hacemos nuestras las inquietudes de nuestro pueblo y nos preguntamos de qué manera serán benéficas sobre todo para los desfavorecidos, o si serán una nueva oportunidad para aquellos acostumbrados a depredar los bienes del país”, argumentó.

Monseñor Sánchez Martínez aclaró que aun cuando ya se hizo pública la postura de los obispos de México respecto a las Reformas Constitucionales promovidas por el gobierno federal, hace hincapié en que los cristianos católicos “no podemos rendirnos ni derrotarnos”, sino mantenernos urgidos a participar con la fuerza del Espíritu de Cristo Resucitado.

Reconoció que las reformas son necesarias para adecuarnos al presente en la búsqueda de un futuro mejor. “¡Pero no nos engañemos! Si no se reforma la mente y el corazón, si no se reforma la conciencia que genere una auténtica escala de valores y nuestra capacidad de encuentro y fraternidad solidaria, no habrá reforma que nos ayude a superar las intolerables desigualdades e injusticias sociales que nos llevan a estar más atentos por la vida privada de los artistas, que por el sufrimiento de los migrantes arrojados de un tren por no tener para pagar a los extorsionadores; o a ver como estadística y nota periodística los secuestros, la trata de personas, la impune actividad del crimen organizado, las cuotas forzadas, la violencia y los cadáveres decapitados en fosas clandestinas”.

El Obispo Auxiliar de Durango sostuvo que no podemos acostumbrarnos a tener en la pobreza a más de 50 millones de mexicanos, muchos de ellos en una miseria que les condena a morir sin atención médica.

Puntualizó que esa indiferencia cómplice en contra del valor de la vida humana, es la que hace que se festeje que miles de niños en gestación sean sacados del vientre de la madre para ser arrojados a un bote de basura. “¡Nos falta una verdadera reforma interior para que el país sea mejor!”, añadió.

En su mensaje dominical, monseñor Enrique Sánchez Martínez subrayó que esa visión de la parte dolorosa de nuestra realidad podría llevarnos al fatalismo que nos vende la idea de que ante el mal no hay solución, que es mejor legalizar la droga o transar con el crimen.

“Los creyentes, y en particular los cristianos, sabemos que el camino para superar todo lo que destruya la vida o la dignidad humana, necesita siempre la entrega generosa de la propia vida”, recalcó.

Por lo anteriormente expuesto, cuestionó la viabilidad de las Reformas Constitucionales. Por ejemplo, sobre la Educativa, dijo que sin educación de calidad no hay personas ni pueblos libres; de la Fiscal, indicó que sin honestidad, veracidad y transparencia los recursos seguirán siendo botín de pocos; de la Política, aseveró que sin verdadero amor al prójimo, sólo habrá una búsqueda ambiciosa de pedazos de poder; de la Energética, cuestionó que si la persona humana no está por encima del dinero, el dinero le pondrá precio a cada persona; y respecto a la de Telecomunicaciones, afirmó que sin verdad y sin justicia los monopolios sólo cambiarán de manos, ya que la manipulación de la opinión pública y de los contenidos la definirán los intereses dominantes.

Por ello, el Obispo Auxiliar de Durango reiteró su llamado a los católicos de México a actuar, ya que “no podemos lamentar el mal sin actuar contra él”, razón por la cual esa participación debe ser cada vez más “consciente, organizada y oportuna”.

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