La Iglesia no es una Universidad, es testimonio: Francisco

La Iglesia no es “una Universidad de la religión”, dijo el Papa Francisco, al meditar acerca del martirio de San Esteban, durante su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta, el martes 6 de mayo.

Con esto, el Papa Francisco confirma, una vez más, que él saca siempre una lección de vida práctica de la lectura y reflexión de todos y cada uno de los pasajes del Evangelio, por más insignificante que éste pueda ser en apariencia; y en esta ocasión no fue la excepción.

En su homilía, el Papa Francisco recorrió el camino que llevó a la muerte a San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, apedreado por las personas que, furiosas, escuchaban sus palabras. Esta gente, dijo, “tenía odio” en su corazón. “Este odio, añadió, fue sembrado en su corazón por el diablo”, “es el odio del demonio contra Cristo”.

Y es aquí donde saca otra lección de vida práctica, al recordar (para quien lo pudiera haber olvidado) que “martirio es la traducción de la palabra griega que también significa testimonio. Y así, podemos decir que para un cristiano el camino va por las huellas de este testimonio, por las huellas de Jesús, para dar testimonio de Él; y, muchas veces, este testimonio termina dando la vida. No se puede entender a un cristiano sin que sea testigo, sin que dé testimonio. Nosotros no somos una ‘religión’ de ideas, de pura teología, de cosas bellas, de mandamientos. No, nosotros somos un pueblo que sigue a Jesucristo y da testimonio (testimonio de Jesucristo), y este testimonio algunas veces llega a dar la vida”.

Con “su testimonio predicaban la fe”…

Haciendo hincapié en el tema del “testimonio”, el Papa Francisco cita la famosa frase que dice: “La sangre de los mártires es semilla de cristianos”, expresada por uno de los Padres de la Iglesia.

“El testimonio, en la vida cotidiana, con algunas dificultades, y también en la persecución, con la muerte, siempre es fecundo”, remarca el Papa Francisco. “La Iglesia es fecunda y madre cuando da testimonio de Jesucristo. En cambio, cuando la Iglesia se encierra en sí misma, se cree, digamos así, una ‘Universidad de la religión’, con tantas bellas ideas, con tantos bellos templos, con tantos bellos museos, con tantas bellas cosas, pero no da testimonio, se vuelve estéril. Y el cristiano lo mismo. El cristiano que no da testimonio, permanece estéril, sin dar la vida que ha recibido de Jesucristo”.

Esteban “estaba lleno del Espíritu Santo (…) no se puede dar testimonio sin la presencia del Espíritu Santo en nosotros”, advierte.

“En los momentos difíciles, en que debemos elegir el camino justo, en que debemos decir ‘no’ a tantas cosas que quizá tratan de seducirnos (dijo también el Papa) hay una oración al Espíritu Santo, y es Él quien nos hace fuertes para ir por este camino, el del testimonio”.

“Y hoy (…) preguntémonos: ¿Cómo es mi testimonio? ¿Soy un cristiano testigo de Jesús o soy un simple numerario de esta secta? ¿Soy fecundo porque doy testimonio, o permanezco estéril porque no soy capaz de dejar que el Espíritu Santo me lleve adelante en mi vocación cristiana?”

@yoinfluyo

comentarios@yoinfluyo.com

Artículos Relacionados