Ciudad del Vaticano.- El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que el Papa Francisco aceptó visitar México, aunque para ello, dijo, no se definió una fecha precisa.
“El primer propósito de mi visita era hacer una amable invitación en nombre de México al Papa para que visitase el país, que ha aceptado, y nos ha dicho que tendrá ahora que ver las fechas y buscar el momento”, afirmó Peña Nieto, tras el encuentro privado de 25 minutos que sostuvo con el Vicario de Cristo.
El Jefe del Ejecutivo explicó que en la reunión con el Sumo Pontífice platicaron sobre el alcance de las reformas estructurales aprobadas recientemente por el Congreso, así como de la migración, las tareas que se llevan a cabo en México en la lucha contra la pobreza y las medidas para combatir la violencia y el narcotráfico.
El Vaticano, por su parte, informó que durante la charla, que transcurrió en un clima de cordialidad, se pasó revista a algunos aspectos de la vida de México, entre ellos las numerosas reformas emprendidas y, en particular, la constitucional, que concierne a la libertad religiosa.
A continuación, agregó el Vaticano, ambos abordaron otros temas de interés común como la migración, la lucha contra la pobreza y el desempleo, así como las iniciativas encaminadas a combatir la violencia y el tráfico de drogas.
Sobre la posibilidad de llevar a cabo una visita pastoral a México en fecha próxima, el Presidente mexicano manifestó que el Papa Francisco le dijo que ello sería de gran alegría, dado que el pueblo mexicano “es especialmente guadalupano”.
En relación a los temas abordados en la reunión, Peña Nieto indicó que compartió con el pontífice argentino los esfuerzos que ha hecho su gobierno para el desarrollo social de los sectores menos favorecidos.
Asimismo, puntualizó que la lucha contra la pobreza y la atención a los migrantes fueron otros de los temas de los que dialogaron, en particular sobre las organizaciones tanto católicas como de la sociedad civil que se encargan de dar asistencia a los migrantes mexicanos que van a otros países de Centroamérica o a Estados Unidos.
Expuso que le compartió al Papa Francisco la agenda de reformas implementadas por su gobierno, como la educativa, fiscal y energética, y le manifestó el firme deseo de respetar y apoyar la libertad religiosa.
Agregó que también se hizo referencia al problema de la seguridad, en el sentido de que se han registrado datos muy alentadores sobre disminución de violencia en algunas áreas del país.
Al encuentro del presidente Peña Nieto con el Papa Francisco acudió una delegación formada por 17 personas, entre ellas su esposa Angélica Rivera de Peña, y los tres hijos de su anterior matrimonio; su hermano y su sobrina.
Peña Nieto llegó al Vaticano procedente de Portugal en el marco de su gira por Europa, y esta fue la primera reunión con el Pontífice argentino, ya que el 19 de noviembre de 2013 el mandatario mexicano asistió a la misa de inicio de pontificado del Papa, pero en esa ocasión sólo le saludó como el resto de jefes de Estado y de Gobierno tras la ceremonia.
La reunión entre ambos estadistas se produjo en un momento en el que el Papa Francisco está muy bien informado de la situación en México, ya que a finales de mayo recibió a más de 100 obispos mexicanos en la tradicional visita ‘ad Limina’, la que hacen las Conferencias Episcopales al Vaticano cada cinco años.
En aquella ocasión, el Papa analizó con los prelados mexicanos problemas como el del tránsito clandestino de la frontera con Estados Unidos, los secuestros y el narcotráfico.
Tras el encuentro privado y en un clima cordial, Peña Nieto fue presentando a su delegación formada por 17 personas. Durante el momento del intercambio de regalos, Peña Nieto entregó al Papa una imagen de madera de unos 40 centímetros de la Virgen de Guadalupe y le recordó que era “reina de México y emperatriz de América”.
También le entregó la playera de la Selección Mexicana que disputará el Mundial de Brasil, firmada por los jugadores.
El Papa Francisco, en corresponsabilidad, le entregó un medallón en bronce que representa uno de los proyectos de la basílica de San Pedro y su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” (la Alegría del Evangelio).
Peña Nieto después mantuvo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y almorzó con el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello, que fue nuncio en México.
Tras concluir su visita al Vaticano, el presidente de México se trasladará a España para realizar una visita de Estado.
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