La Santa Sede ha dado a conocer el texto que servirá de base para el trabajo que en octubre de 2014 se desarrollará en Roma con ocasión del Sínodo de los obispos que, por voluntad del Papa Francisco, abordará “los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”.
Desde que fue revelada la temática central del sínodo se ha especulado casi de modo exclusivo sobre el acceso a la comunión por parte de personas divorciadas civilmente y unidas a otras en nuevas nupcias civiles. El texto base, sin embargo, va mucho más allá de esa problemática específica. Un ejemplo de particular interés es la tratativa dispensada al binomio familia-medios de comunicación.
La relación entre medios de comunicación y familia es tocada en la segunda parte del documento (intitulada La pastoral de la familia frente a los nuevos desafíos), concretamente en el apartado “Situaciones críticas internas a la familia”. Son dos los números que hablan más específicamente sobre “Dependencias, medios de comunicación y redes sociales”: el 68 y el 69.
El número 68 introduce al tema centrándose en la dependencia a Internet y redes sociales y los problemas relacionales que de esto se derivan:
“De hecho, televisión, smartphone y computadoras pueden resultar un impedimento real al diálogo entre los miembros de la familia, al alimentar relaciones fragmentadas y alienación: también en la familia se suelen comunicar cada vez más mediante la tecnología. De este modo, se acaban viviendo relaciones virtuales entre los miembros de la familia, en las que los medios de comunicación y el acceso a Internet sustituyen cada vez más las relaciones […] existe la posibilidad de que el mundo virtual se convierta en una auténtica realidad sustitutiva […] las respuestas subrayan reiteradamente que estos instrumentos se apoderan incluso del tiempo libre para la familia”.
El número 69 subraya la sobrecarga (overload) informativa que consiste en “el aumento exponencial de la información recibida, al que con frecuencia no corresponde un aumento de su calidad, junto a la imposibilidad de verificar siempre la credibilidad de las informaciones disponibles online”.
Como se puede notar, el “Instrumentum laboris” presenta los medios de comunicación como un desafío para la familia. No se trata de una valoración sobre la bondad o maldad de los mismos, sino sobre la consideración del uso de los medios de comunicación como un reto en un ambiente muy preciso como lo es el hogar.
En el primer caso, se puede agregar una consideración más: estamos ante las primeras generaciones que están siendo “criadas” digitalmente, pues en muchos hogares se convive sólo mediáticamente, es decir, sólo a través de dispositivos móviles, reacciones traducidas en “me gusta”, “tuits” o mensajes cortos de whatsapp, privados de auténtico sentido relacional, pero que dan la impresión psicológica de proximidad.
En el segundo caso, podemos pensar en la saturación noticiosa como auténtica fuente de obesidad informativa que, a la larga, forma personas incapaces de discernir, juzgar y emitir valoraciones ponderadas.
Que estos fenómenos sean vistos como situación crítica interna a la familia supone pensar en que sólo desde dentro de ella se pueden dar soluciones auténticas. En este sentido, el documento al que aludimos no hace sino ponerlas en evidencia.
El “Instrumentum laboris” recoge las aportaciones de todos los episcopados del mundo e integra también las respuestas que los Dicasterios de la Curia romana, la Unión de Superiores Generales, asociaciones, universidades e incluso las que grupos e individuos quisieron hacer llegar a la secretaría del Sínodo para los Obispos.
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