Lamentablemente, son muchos los católicos que ignoran que el mes de junio está dedicado a la bella y sagrada devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
El abandono, la negación y hasta la traición nos caracteriza a quienes prometimos ser leales y valientes soldados de Cristo.
El confort, las comodidades y facilidades que disfrutamos actualmente nos han hecho perezosos, acomodaticios y han logrado arrebatar a nuestra alma el anhelo de los bienes espirituales.