El Espíritu Santo y la Iglesia (11). Testimonio de un satánico
Un proverbio chino dice: “No temas crecer lentamente; ten sólo miedo a quedarte quieto”.
Un proverbio chino dice: “No temas crecer lentamente; ten sólo miedo a quedarte quieto”.
La unidad familiar tan deseada, no es un objetivo fácil; pero su Creador nos ofrece las ayudas necesarias.
La vida es un tesoro, sin ella simplemente no seríamos. Sin embargo, es una realidad que entraña gran valor y no se limita a un modo de ser.
La unidad en la Iglesia y la familia empieza con el Espíritu Santo. Dejemos que el amor sea el centro para lograr la verdadera comunión.
“Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento: papa Francisco”.
El demonio es astuto, hace creer que no existe y así domina todo.
La compasión es como un puente para establecer la unión con diferentes tradiciones religiosas.
Dios nos ha creado para amar y nuestro amor lo reflejará si respetamos a todos, independientemente de su raza, credo u otro aspecto.
El odio y la indiferencia hunde sus raíces en el egoísmo y deja a los demás en la calle sin interés por ayudarlos.
Lo que hace buena a una persona es la pureza de su corazón. Por ello en el Evangelio Jesús advierte para no caer en el ritualismo.
El nombre de Cristo, significa “ungido”. Un cristiano, significa que ha sido “ungido” por el Espíritu Santo.
Las palabras “Nada es imposible para Dios” nos pueden ayudar mucho en la vida. Si lo creemos, dejamos obrar a Dios en nosotros.