Espíritu Santo y la Iglesia (4). Una sinfonía de oración
Se dice que la música existe para expresar las palabras que no podemos decir. Muchas veces una canción puede expresar mucho mejor lo que se siente, que decirlo solo con palabras.
Se dice que la música existe para expresar las palabras que no podemos decir. Muchas veces una canción puede expresar mucho mejor lo que se siente, que decirlo solo con palabras.
La Sagrada Escritura tiene una nota subyacente que la acompaña de principio a fin, y esta nota es el amor de Dios.
Libres para servir en el amor, la alegría y sencillez de corazón tal como nos enseñó Jesús con su propia vida.
María, Madre del buen consejo, nos enseña y ayuda a confiar y esperar en Dios en toda ocasión y a vivir el amor al prójimo.
La humildad es lo que nos salva del Maligno y del peligro de convertirnos en sus cómplices.
La pobreza de espíritu ayudará para solucionar la pobreza material, pues quien tiene, utilizará aquello para beneficio de los otros.
El papa Francisco nos invita a pedirle al Señor que aumente nuestra caridad y nos conceda un corazón abierto y generoso para no ser indiferentes ante las necesidades de los demás.
Los santos nos enseñan con su vida a no perder la alegría y el buen humor a pesar de las circunstancias adversas.
La paciencia nos da la capacidad de saber esperar. Incluso cuando algunos a nuestro alrededor han caído en la desilusión y abandonan el camino
Con la esperanza podemos vivir con alegría y serenidad nuestro presente, pues Jesús nos asegura un futuro confiable y un horizonte luminoso.
A veces no es fácil defender nuestra fe, pero no dudemos de su valor y pongámonos de pie cuando sea preciso.
La fidelidad a Cristo se ha pagado muchas veces con la vida, con la deshonra, con el destierro.