“Es la confianza” (VI). Esperar contra toda esperanza
“La esperanza es como el azúcar en el café, tan solo unos granos endulzan y ayudan a pasar los ratos amargos de la vida”.
“La esperanza es como el azúcar en el café, tan solo unos granos endulzan y ayudan a pasar los ratos amargos de la vida”.
De la oscuridad y de las tinieblas resplandece la fe. Una fe que proviene del amor y la confianza que se tiene en Dios.
“Cuando Dios resuelve tus problemas, tú tienes fe en Él. Cuando Dios no resuelve tus problemas, Él tiene fe en tus habilidades para resolverlos”.
1) Para saber «Si amas al Señor, “necesariamente” has de notar el bendito peso de las almas, para llevarlas a Dios.» (San Josemaría, Forja, n. 63,).
En la vida espiritual no son frecuentes los descubrimientos que abren caminos nuevos que faciliten el encuentro con Dios.
Es la confianza la que nos sostiene cada día y la que nos mantendrá de pie ante la mirada del Señor cuando nos llame junto a Él.
Para el pecador hay siempre esperanza de redención; en cambio, para el corrupto es mucho más difícil, pues se refugia en sus falsos “sí”.
La Santísima Virgen María descubre intrigas diabólicas, es abogada de los pecadores y camino seguro del cielo.
Dios no espera nuestros esfuerzos para venir a nosotros y no se rinde si tardamos en responderle; al contrario, Él toma la iniciativa.
El perdón es el oxígeno que purifica el aire contaminado por el odio y cura los venenos del rencor.
El viaje a Mongolia del papa fue un evento histórico que recogió testimonios conmovedores de saber vivir el Evangelio.
Nuestro Dios ilumina nuestra mirada, ilumina nuestro corazón, ilumina nuestra mente y nuestras ganas de hacer algo en la vida.