1) Para saber
Se dice que además de Hungría, sólo en el paraíso se hablará el húngaro, pues se necesita una eternidad para aprender esa lengua. A ello se refirió el papa Francisco en su reciente viaje a Hungría, y comentó que su opinión sobre los húngaros se enriqueció al comprobar su gran cultura.
El papa Francisco quiso reflexionar sobre una imagen: las raíces. Comentó que el pueblo húngaro ha tenido gente humilde y trabajadora que custodia con orgullo sus raíces, donde una importante son los santos: “que han dado la vida por el pueblo, santos que han testimoniado el Evangelio del amor, y han sido luz en momentos de oscuridad… Hoy nos exhortan a superar el miedo del mañana, recordando que Cristo es nuestro futuro”.
2) Para pensar
En el 52° Congreso Eucarístico en Budapest (Hungría), Barbara Heil, expastora protestante, habló sobre su conversión a la fe católica que fue volver a sus raíces y de la importancia de la Eucaristía. Para ella fue muy importante leer los escritos de los llamados “Padres de la Iglesia”, escritores de la antigüedad que profundizaron la fe bebiendo de las fuentes originales. Por ello la Iglesia acude a ellos para mantener viva la fe original. Comentaba que al estudiar lo que significa la Misa Eucarística, y al encontrar tanta belleza en las Sagradas Escrituras… “era una teología tan hermosa que finalmente no me quedó ningún argumento para no estar con la Iglesia Católica… me di cuenta de que la única forma en que voy a disfrutar plenamente de lo que estoy aprendiendo sobre la Iglesia es realmente entrar en la Iglesia”.
Aclaró que fue “absolutamente central el encuentro que tuve con Cristo en la Eucaristía…, cuando vengo a Misa, soy una gran adoradora (…). No lo dejo cuando dejo la Iglesia: Él va conmigo; Él está en mí; me alimenta de sí mismo dándome su Cuerpo y su Sangre. Y es real… todo el mundo está llamado a ser santo… Si uno se encuentra seco en la fe o distraído, debe acudir a Jesús y abrir la Escritura: que comience con el Libro de Juan. Deja que esa carta de amor de Dios empiece a hablarte, porque Él es para ti; no está contra nosotros”, concluyó.
3) Para vivir
Las sólidas raíces cristianas del pueblo húngaro han sido puestas a prueba. En el siglo XX, hubo una persecución atea, en que los cristianos fueron golpeados violentamente: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos asesinados o privados de la libertad. Comentaba el apa Francisco que mientras se intentaba talar el árbol de la fe, las raíces permanecían intactas. En la ocupación nazi también se persiguió la fe, tanto católica como judía. Pero resistieron en ese atroz genocidio.
Hoy la libertad también está amenazada por otra persecución muy peligrosa: los guantes blancos de un consumismo que anestesia, la mundanidad, se busca el bienestar material y nos olvidamos de nuestras raíces. Cuando lo que cuenta es pensar en sí y hacer lo que se quiera, las raíces se ahogan. Se está en crisis cuando se olvida dedicarse a los otros o sentir la belleza de soñar juntos o crear familias numerosas. El papa nos invita a preguntarnos: ¿cuáles son las raíces más importantes de mi vida? ¿Las recuerdo y cuido? Los santos nos dan luces y ejemplo. Son nuestras verdaderas raíces.
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