huellas
Caminemos juntos como discípulos y misioneros

Espíritu Santo y la Iglesia (3). Un libro único y extraordinario

1)  Para saber

El libro más vendido de toda la historia es la Biblia, con un récord de ventas de… ¡más de 5000 millones de copias! Se calcula que actualmente se imprimen 80 millones de Biblias cada año. Ha sido traducida a más de 2000 idiomas y dialectos, siendo China el país que más produce Biblias. Su nombre proviene del griego y significa “conjunto de libros”, pues fueron varios los autores, todos ellos inspirados por el Espíritu Santo. Es un libro único, de ahí que sea tan apreciado.

El papa Francisco continuó su catequesis sobre cómo el Espíritu Santo guía a la Iglesia, valiéndose de las Sagradas Escrituras como un medio, no el único, para conducirnos a Cristo, nuestra esperanza. Esa fe la proclamamos en el “Credo”, cuando decimos que el Espíritu Santo «habló por medio de los profetas». Pero el Espíritu Santo no sólo inspiró las Sagradas Escrituras, sino también las explica y las hace siempre vivas, las vuelve inspiradoras. Así lo recuerda el documento conciliar Dei Verbum: “comunican inmutablemente la palabra del mismo Dios, y hacen resonar la voz del Espíritu Santo”. Sin embargo, está sujeta a diversas interpretaciones y no todas son correctas. La Iglesia tiene la misión de ayudar a los fieles, y a quienes buscan la verdad, a interpretar correctamente los textos bíblicos. Y lo puede hacer gracias a que está sostenida y guiada por el Espíritu Santo, que es su autor principal.

2)  Para pensar

Cuando Albino Luciani era Patriarca de Venecia, antes de llegar a ser Juan Pablo I, algunas personas le criticaban la sencillez y la ingenuidad de sus ejemplos con que acompañaba su predicación. Pero él patriarca les contestó: «La palabra de Dios no es más que una carta. Mi madre, cuando el cartero le traía una de mi padre, que trabajaba en Alemania, la abría con ansia, la leía y releía; luego corría a contestarla y enseguida la echaba al buzón. Esto es la Palabra de Dios, la carta de una persona que se ama, que se espera; la leemos para hacerla nuestra y contestamos enseguida≫.

Dios nos habla a través de las Sagradas Escrituras, por eso importa dedicar un tiempo para escuchar, leer y meditarlas. El Papa Francisco recomienda tener siempre un Evangelio, incluso puede ser pequeño, para llevarlo en el bolsillo. Aunque ahora se puede tener en una aplicación del celular. Y así leerlo cuando se está de viaje, esperando en un consultorio o en el autobús.

3)  Para vivir

El escritor Roman Brandstaetter publicó el testamento que le dejó su abuelo, en que le decía: “Lee la Biblia continuamente, ámala más que a tus padres… más que a mí… No la dejes nunca. Y cuando seas viejo, te convencerás de que todos los libros que hayas leído son solamente comentarios banales a este Libro único”.

La muerte y resurrección de Cristo es el faro que ilumina toda la Biblia, y también ilumina nuestras vidas, afirma el papa Francisco. Pensemos si les hemos inculcado la lectura de la Biblia a los hijos, nietos o amigos, y sobre todo, de los Evangelios. Así como sucede con algunas piezas musicales, la Sagrada Escritura tiene una nota subyacente que la acompaña de principio a fin, y esta nota es el amor de Dios. Se trata de leer para conocer más ese amor, el de Jesucristo, y así corresponder mejor.

Te puede interesar: El Espíritu Santo y la Iglesia (2). Nomen est omen

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

@voxfides

Facebook: Vox Fides

sdominguez@ew360.mx

Artículos Relacionados