La brújula para no perderse. Fijar el rumbo

1)  Para saber

“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará donde quieres estar mañana”. Este lema es atribuido al empresario y productor de cine estadounidense, pionero en la producción de dibujos animados, Walt Disney. Su historia no fue fácil pues se arruinó varias veces antes de construir el imperio Disney. Pasó momentos muy duros en donde no podía ni pagar la renta. Cuando dibujó a Mickey Mouse le dijeron que no tendría éxito porque asustaría a las mujeres. La frase inicial muestra la filosofía de su vida. Siempre lucho hasta conseguir lo que soñó. Y es que, si no sabemos a dónde llegar, nuestros pasos serán inciertos, nuestra vida va a la deriva, sin rumbo. Por ejemplo, si quiero tener una familia bien consolidada, pondré las medidas adecuadas para lograrlo. Y si en el ámbito humano es importante tener el fin, en un nivel existencial lo es mucho más. El Papa Francisco nos advierte del riesgo de olvidar las preguntas finales, las más importantes: ¿Hacia dónde caminamos? ¿Por qué vale la pena vivir? Pero Jesús nos marca la meta al decirnos: «Me voy a prepararos un lugar […] para que donde estoy yo estéis también vosotros». Jesús usa la imagen familiar de la casa, un lugar de relaciones y de intimidad: “En la casa del Padre hay espacio para ti, tú eres bienvenido, serás acogido para siempre con el calor de un abrazo… Nos prepara ese abrazo con el Padre”, enfatizó el Papa. La meta final es el Cielo, en unión con Dios.

2)  Para pensar

En las competencias de carreras importa tener claro la meta y no desviarse. Cuando se retiró el gran corredor Usain Bolt, el hombre más veloz de la historia, un posible sucesor fue el sudafricano Wayde van Niekerk, quien tiene tiempos inferiores a los 10 segundos en los 100 metros, a los 20 en los 200, y a los 44 en los 400. En un triunfo declaró: “Dejé todo en las manos de Dios. Le estoy agradecido por haberme elegido para poder usar mis talentos (…) Tenía dudas, pero Dios me mostró que no me iba a dejar ir…Lo primero que pude pensar al pasar la meta fue ‘gracias a Dios’”.

Cada día oraba en las mañanas: “cuídame en cada paso del camino”. E incluso escribió en sus zapatos de carrera con las que batió el récord, con tinta negra: “Jesús soy todo tuyo, úsame”.

Van Niekerk se presenta en las entrevistas y agradecido, como un representante de la gente que trabaja duro como él. Curiosamente tiene como entrenadora a Ans Bothe, que muchos confunden con su abuela pues tiene 75 años. Niekerk, escribió en su cuenta de Twitter la clave de su triunfo: “¡Reza primero!

3)  Para vivir

Una vez indicada la meta, el Cielo, el Señor nos indica por dónde caminar: «Yo soy el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6). La fe en Cristo no es un “paquete de ideas” para creer, sino un camino a recorrer con Él hacia la felicidad. Seguir a Jesús e imitarlo, especialmente con gestos de misericordia hacia los demás. He aquí la brújula para alcanzar el Cielo: amar a Jesús, convirtiéndonos en señales de su amor en la tierra.

Cuando entre el desánimo hemos de mirar hacia el Cielo. Sabiendo que estamos llamados a la eternidad, al encuentro con Dios, es preciso renovar la elección de amar a Jesús y de caminar detrás de Él. ¡No olvidemos la grandeza y la belleza de la meta!

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