1) Para saber
Los santos han sido personas de oración. Sin embargo, no siempre les fue fácil hacer oración, a veces pasaron por grandes dificultades. Hubo una temporada en que Santa Teresa de Jesús no lograba ver la voluntad de Dios, y un tanto impaciente reclamó: “Señor, o grita más, o afíname el oído”.
Dios habla de varios modos y es preciso cultivar en nuestro interior la disposición para escucharlo. El papa Francisco puso por modelo a San José en las audiencias dedicadas a este santo, a quien el Señor le hizo ver su voluntad en sueños. Comenta el papa que dentro de cada uno de nosotros hay muchas voces y es preciso discernir la de Dios, pues también están otras voces como la de nuestros miedos, las de nuestras experiencias, incluso la voz del maligno que quiere engañarnos y confundirnos.
Por tanto, es importante lograr reconocer la voz de Dios en medio de las otras voces. San José demuestra que sabe cultivar el silencio necesario para escuchar al Señor y así tomar las decisiones justas.
2) Para pensar
Un famoso actor y director italiano fue Vittorio Gasmann, “Il Mattatore” (1922-2000). Cuando cumplió 68 años declaró en una entrevista que había superado una depresión de varios años: “Fue una prueba verdaderamente dura. Pero he descubierto también tantas cosas…”. Le preguntaron qué había aprendido. Vittorio contestó: “A rezar”. Ante cierto desconcierto continuó: “¿Y le parece poco? Yo en asuntos de religión había estado siempre muy inseguro, muy tibio. Ni era ateo, ni verdadero creyente. Ahora, en cambio, estudio la teología… encuentro luz en la oración. Piense en un hombre como yo acostumbrado a los grandes éxitos, que se reencuentra en esa obra maestra de simplicidad que es el ‘Padrenuestro’ al recitarla”.
Si logramos orar en los momentos difíciles, podemos estar ciertos que el Señor no nos deja. Señala el papa Francisco que a veces estamos ante situaciones que no comprendemos y que parece un callejón sin salida, de mucho dolor, pero que como San José, que reza y sabe escuchar a Dios, el Señor siempre indica lo que hay que hacer. En la oración el Espíritu Santo nos hace intuir cómo resolver cada situación. Siempre es útil rezar.
3) Para vivir
Comentaba el papa Francisco que cuando estaba en Buenos Aires le daba mucha ternura cuando iba en el autobús pasaba delante de la cárcel, y veía la fila de personas que querían entrar para visitar a los presos. Había muchas madres valientes que iban a ver su hijo equivocado, no le dejaban solo y lo acompañaban. Es la misma valentía de San José que ante los peligros reza y toma la fuerza de Dios para afrontar las dificultades sin sucumbir. Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, podremos sobrellevarlo. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad.
Los padres suelen tener el problema de los hijos: con enfermedades, o irresponsables, o inmaduros que se meten en líos… Hay dolor, pero imitemos a San José que rezaba, trabajaba y amaba. Dice el papa Francisco que son tres cosas bonitas para los padres: rezar, trabajar y amar, y así recibiremos siempre la fuerza que nos sostiene y la valentía para afrontar las pruebas de la vida.
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