Bebé Jesús

Aún estamos a tiempo de vivir un adviento lleno de alegría y esperanza

Ya estamos viviendo el Adviento, tiempo de preparación y de grandes cambios en nuestro corazón para recibir al niñito Jesús que se hace hombre; pero aún nos quedan algunos días para prepararnos.

Hoy de manera especial, el tiempo litúrgico nos invita a estar alegres porque ya se acerca la llegada de nuestro salvador.

Es por eso que el día de hoy quiero compartir mis 5Tips para vivir lo que queda del adviento con esperanza y muy alegremente.

PRIMERO. Que este año estemos más dispuestos a dar que a recibir.
Es una tristeza que la sociedad en la que vivimos le dé más importancia al tener y al recibir que al dar y ayudar.

El adviento es el tiempo perfecto para preparar a nuestra familia y cambiar de mentalidad, para dejar de pensar en el yo y pensar más en el otro, en el más necesitado.

Para lograrlo necesitamos poner nuestra voluntad en lograrlo ya que para cambiar algunas costumbres cuesta mucho trabajo y si comenzamos con nuestros hijos desde pequeños es más fácil inculcar las nuevas.

La alegría es algo que nos debe acompañar en todo momento, y mucho más en este tiempo en que esperamos y preparamos la llegada, el nacimiento, de nuestro Salvador.

SEGUNDO. Junta a la familia y hagan los cambios necesarios.
Si nuestras acciones y nuestra vida cotidiana no reflejan esa alegría, aun es tiempo para que hagamos los cambios necesarios para lograrlo.

Quizá sea bueno que nuestra actitud sea más de dar y menos de recibir y de demostrar que la alegría y la felicidad está más en ese dar y darnos a los demás.

Cuando como familia buscamos compartir la alegría que nos da el tener a Cristo en el centro de nuestra vida y el estarnos preparando para recibirlo en nuestro corazón, estamos inundando nuestro entorno de felicidad y la dar a los demás, nos estamos llenando nosotros también.

TERCERO. Busquen motivos para expresar esta alegría.
A pesar de los problemas que se nos presentan en la vida cotidiana, debemos ver las cosas desde el punto de vista optimista, desde la mirada de Cristo, que muchas veces es muy diferente a lo que el mundo nos presenta e invita.

Es necesario que eduquemos a nuestros hijos a ver más lo bueno que lo malo y a tratar de dar testimonio de que eso es más fuerte y grande que lo malo que nos pueda pasar.

Nosotros en casa, tratamos de poner una flor o una cuenta por cada cosa buena que hagamos en el día para que al final del adviento se la presentemos a Jesús como regalo por su llegada a este mundo y por nacer en nuestro corazón y en nuestra familia.

CUARTO. Más alimento espiritual.
Para que nuestro cuerpo esté sano y fuerte necesita que nos alimentemos bien; para que nuestra alma esté sana, también necesita que la alimentemos.

Esto lo logramos primero con oraciones y momentos de acercamiento con Dios y, por supuesto, con la Sagrada Eucaristía que es el principal alimento de nuestra alma.

Podemos programar a la semana el frecuentar una devoción en especial y la lectura de algún pasaje de la Biblia donde nos recuerde el nacimiento de Jesús para que nuestro espíritu se disponga a recibir a nuestro Rey.

También podemos intentar ir a misa entre semana durante el adviento para acercarnos más a Dios.

Si incluimos a nuestros hijos en este tipo de actividades seguro que podrán vivir más intensamente el adviento y comprender completamente lo que es la Navidad.

QUINTO. Sigue un calendario de adviento. Nunca es tarde.
Ya se que ya estamos a más de la mitad del adviento, pero no es tarde para decidirnos a seguir un calendario o camino de Adviento, pero uno que nos invite a la alegría y a hacerle un lugar especial a Jesús en nuestro corazón.

Si así lo hacemos, daremos testimonio de que nunca es tarde para darle su lugar a Jesús en nuestro corazón, en nuestra familia y en nuestra vida; y muchas veces, este testimonio es más necesario y más efectivo que muchas palabras, ya que el ejemplo arrastra e invita a muchas otras personas a vivir conforme a ese estilo de vida.

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