Ciudadanía y Guadalupanismo

Se dice que para resolver los problemas de México tenemos dos caminos: uno de ellos es el camino milagroso y el otro es el camino natural; el primero significa que intervenga la Virgen de Guadalupe, y el segundo, implica que los mexicanos pongamos todo de nuestra parte para resolver los problemas.

¿Cuál cree usted, estimado lector, que es el milagroso y cuál cree que es el natural? Curiosamente, dadas las características de muchos de los mexicanos, se dice que el camino natural para resolver los problemas de México, es mediante la intervención de la Virgen de Guadalupe, y el camino milagroso es los mexicanos nos pongamos a trabajar y que hagamos lo que nos corresponde como ciudadanos.

Hemos tenido en nuestra historia pos-revolucionaria a muchos gobernantes que se han esforzado por hacernos creer que ellos son nuestros salvadores; nos han hecho dependientes y se han olvidado de formar ciudadanos. No dudo que algunos lo hacen con toda intención, acaparando y manipulando la educación para producir  personas mediocres que no piensan y menos que participen en forma inteligente para resolver los problemas.

Esto les produce ventajas en la manipulación de las personas para poder controlarlas y asegurar su permanencia en el poder, que es lo único que muchos de ellos buscan.

Es cierto que en muchos momentos importantes de nuestra historia la Virgen de Guadalupe ha sido un muy fuerte factor de unión, y por eso se ha aprovechado para abanderar movimientos sociales, como es el caso de nuestra independencia, o bien, en la revolución, particularmente en el ejército zapatista. Sin embargo, es importante asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos participativos en el gobierno de nuestra Patria.

La situación que estamos viviendo en estos primeros días del año 2017 con alzas en los precios de las gasolinas y los energéticos, con el efecto que ello implica en el encarecimiento de muchos productos y en la baja del poder adquisitivo, en medio de un sistema político donde la características más importantes son la corrupción y la lucha por el poder mediante manipulación de grupos, presiones y movimientos sociales encaminados a chantajear a los gobiernos para que los líderes se coloquen en algún puesto. Esto también ya se está observando en líderes que al ver el alza de las gasolinas se chupan los dedos y se saborean la manipulación que, con este motivo, pueden hacer de gente para protestar, haciendo presión mediante bloqueos de vías de comunicación, marchas y desórdenes, para después negociar candidaturas para las elecciones del 2018 o puestos para el siguiente gobierno. Desgraciadamente es lo que conocemos como año electoral.

Hemos dicho que lo que nos corresponde como ciudadanos es participar para pasar de una democracia representativa a una democracia participativa. Pero, ¿cómo hacerlo? En primer lugar, formándonos e informándonos en temas sociales como economía, política, civismo y MORAL, para saber qué pedir de un candidato y orientar mejor nuestro voto.

Es importante actuar en todos los medios posibles para proponer políticas encaminadas al BIEN COMÚN, que es el fin de la política y que se puede definir como: “Las condiciones materiales y espirituales necesarias para que se desarrolle la persona”.

Que Nuestra Señora de Guadalupe sea nuestra motivación y el factor de unión para que todos seamos ciudadanos responsables y participativos, procurando formarnos para elegir bien a nuestros gobernantes y para conocer y opinar sobre los principios que deben regir a un gobierno.

 

* Centro de Estudios Guadalupanos – UPAEP

 

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