Queridos hermanos en Cristo:
Con esta primera entrega de nuestra columna Liturgia, lo que nos corresponde hacer, iniciamos en nombre de Dios un camino en donde compartiremos información útil para la formación personal. Y es que, con la riqueza de la Sagrada Liturgia, conoceremos más para amar y servir mejor en el mundo e incluso en nuestra vida ordinaria.
Los invito a navegar por un caudal de conocimientos que nos aportarán cultura y el dinamismo propio de la acción litúrgica para llegar al puerto de una mejor vivencia de nuestra fe y de los sacramentos.
Comencemos con la pregunta ¿qué es Liturgia? La Liturgia es una ciencia. Todos hemos oído hablar de la Sagrada Liturgia, de la ciencia litúrgica. Sin embargo, antes de ser dimensionada como tal, fue una vivencia de la comunidad, un intercambio de vida entre Dios y su pueblo, entre el pueblo y su Dios.
La palabra Liturgia tiene un sentido cultural amplísimo. Ahora veremos lo que etimológicamente significa. Liturgia proviene del latín liturgia, y ésta del griego λειτουργία (leitourguía); sus dos raíces fundamentales son: leiton, que significa público, y έργον (érgon), que significa acción, obra, empresa. Es decir, Liturgia significa acción pública o acción del pueblo.
Ahora nos remontaremos a la antigüedad. ¿Qué significaba para los griegos, para los egipcios? ¿Con qué sentido se aplica la palabra Liturgia en la Sagrada Escritura? ¿Cuál era el significado de Liturgia en la Iglesia primitiva?
Pues bien, los griegos utilizaban el término para designar cualquier función pública de interés para la comunidad, como jornadas de limpieza y construcción en la vía pública; los egipcios le asignaban una significación de culto a sus dioses; en la Sagrada Escritura, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento, la palabra Liturgia se refiere al culto religioso público. En el Nuevo Testamento encontramos la palabra liturgia con diferentes sentidos: con un sentido civil de obra pública, con el sentido ritual como culto en el templo, como un sentido de ejercicio público de la religión, con el sentido de culto ritual comunitario cristiano.
Entre los primeros cristianos de la Iglesia primitiva la palabra se comenzó a usar para referirse a la misa, a la Eucaristía, y con el paso del tiempo se extendió a las demás funciones públicas del culto sagrado: sacramentos, sacramentales, el rezo del Santo Oficio, etc.
Ya en el siglo IV, San Juan Crisóstomo se refería a la misa como la divina Liturgia, aunque en Occidente, con excepción de San Agustín, casi se ignoró la palabra y se referían al culto con otros términos, como: officium, ritum, servisium religiones, opera dei, agenda sacra, actio, munus, ministerium, opus sacrum, sacramentum.
Ahora bien, ¿qué nos dice el CATIC qué es la Liturgia? El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en su numeral 218 que la Liturgia es la celebración del misterio de Cristo y en particular de su misterio pascual, mediante el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo se manifiesta y realiza en ella a través de los siglos la santificación de los hombres y el cuerpo místico de Cristo (esto es, la cabeza y sus miembros) ejerce el culto público que se le debe a Dios.
Pues hermanos, hasta aquí este primer encuentro. En el siguiente platicaremos sobre la génesis de lo que hoy conocemos como Liturgia.
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