¿Conoces y meditas los Santos Evangelios con frecuencia?

En mis años juveniles, leí la célebre novela La Isla Misteriosa, de Julio Verne, que relata cómo el protagonista realiza una larga travesía por el Océano Pacífico y, la noche menos esperada, una fuerte tormenta sorprende a toda la tripulación. La fragata se estrella contra unos acantilados y naufragan. Muchos mueren ahogados en el accidente y algunos pocos llegan a una isla desierta y sobreviven de un modo muy primitivo.

De inmediato piensan en buscar cómo salir de esa isla y fabrican balsas, lanchas, lanchones, pero sus intentos son en vano. Así que una tarde, el protagonista, bastante desanimado por sus fracasos, se recuesta, se encara con Dios y le pregunta por qué permite esa terrible situación. A continuación, toma la Biblia, la abre al azar y lee estas palabras del Evangelio de San Mateo (capítulo 7, versículo 7): “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen a la puerta y se les abrirá”. Quedó muy impactado con estas palabras y concluyó: “¿Por qué me siento derrotado tan pronto, si el Señor está de nuestro lado? Debo tener más fe y esperanza”.

Al día siguiente convence a sus compañeros de desventura de poner fogatas gigantescas en todos los montes altos de la isla para encenderlas cuando divisaran alguna nave. Al poco tiempo, esto se hizo realidad: en cuanto vieron una nave, cada uno sabía qué fogata encender; hicieron fumarolas y gritaron hasta que, finalmente, los tripulantes de esa nave se percataron de la presencia de los náufragos y los rescataron.

Durante su  Pontificado, el Papa Benedicto XVI publicó un importante documento, La Palabra de Dios, y explicaba que todos los libros de la Sagrada Biblia son inspirados. Y que esa Palabra, como dicen los Salmos, “Es viva y eficaz”. Es decir, es el mismo Dios quien nos habla a cada uno de nosotros íntima y amorosamente, como le sucedió al personaje central de la novela de Julio Verne.

Pero, además, nos recomendaba que abriéramos el alma, porque, de seguro, Dios quería que nos comprometiéramos, sacando un propósito concreto de mejoría personal, con ocasión de esa lectura de los Santos Evangelios.

Es una costumbre muy recomendable el leer diariamente los Evangelios de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, meditando frase por frase. Si somos católicos, debemos conocer a fondo la vida de Jesucristo.

¿Qué mejor regalo para una familia o amigo que unos Santos Evangelios con ocasión de la Navidad? ¡Anímate a conversar con Dios a través de su Palabra Divina!

(1) Los Santos Evangelios (edición comentada), Editorial Minos III Milenio, México, 2014. 850 páginas. Se puede adquirir en ventas@minostercermilenio.com, o llamando a los teléfonos: 5615-5890 y 5615-6662. LADA SIN COSTO: 01-800-633-46-81. Precio normal: $170.00 Precio especial de Navidad: $100 a partir de 5 ejemplares (del 24 de noviembre al 19 de diciembre).

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