Eucaristía

Corpus Christi: Que nuestros hijos amen la Eucaristía

La solemnidad de Corpus Christi me hace reflexionar sobre cuánto les enseñamos a nuestros hijos a amar la Eucaristía.

Es importante que nos demos el tiempo para explicarles a nuestros hijos el significado de esta solemnidad y sobre todo que les inculquemos, desde pequeños, el amor por el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Pero ¿Cómo lograrlo? Aquí te dejo mis 5Tips.

PRIMERO. Que conozcan la vida de Jesús.

Nadie ama lo que no conoce, es por esto que es necesario que nuestros hijos conozcan a Jesús y su vida.

Para esto tenemos muchos recursos como películas, videos, libros, juegos didácticos, etc. pero siempre lo mejor será la vivencia en familia. Debemos hacer vida en nuestra familia las enseñanzas de Jesús.

SEGURNDO. Que vayan preparando su corazón para recibirlo.

Y no me refiero sólo a la primera comunión, sino para cada vez que se acerquen a comulgar.

Es importante educarles para que sepan que debemos acercarnos a la comunión con el corazón limpio y vacío del mundo para que pueda entrar en el Jesús y eso debe ser un anhelo ardiente en el corazón de nuestros hijos.

Podemos, al principio, acompañarles e irlos guiando para que sepan cómo preparar su corazón para recibir el Cuerpo y Sangre de Cristo, pero también debemos ver que poco a poco lo vayan haciendo por ellos mismos.

TERCERO. Que comprendan lo que es la Eucaristía.

Conforme la edad y la madurez de nuestros hijos debemos explicarles el inmenso milagro que sucede cuando el sacerdote pronuncia la consagración.

Es necesario que les quede muy claro para que comprendan como es que Jesús, Dios hecho hombre, se quiere quedar con nosotros como el tesoro más prestado que tenemos y se abaja para quedarse con nosotros bajo las especies del pan y del vino.

Es así que nuestros hijos, deben tenerlo claro para que comprendan la dignidad que esto tiene.

CUARTO. Que sepan el respeto que merece

Por lo mismo debemos enseñarles la forma de comportarnos ante el Santísimo, es decir, ante el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

Con nuestro ejemplo podemos enseñarles que cuando pasamos frente al Santísimo se hace una genuflexión y se pone una rodilla en el piso, cuando se expone al Santísimo, lo recibimos de rodillas y que en todo momento debemos permanecer en actitud de reverencia, porque tenemos enfrente al Rey de reyes y Señor de señores.

Si así lo hacemos, estaremos formando en nuestros hijos el sentido del respeto y reverencia que Dios nos merece y con esto les estaremos dando bases para que, durante toda su vida, lo apliquen en cualquier circunstancia.

Y QUINTO. Que en familia seamos ardientes adoradores de Jesús.

Debemos impregnar nuestra vida familiar de un gran deseo de adorar el Cuerpo y Sangre de Cristo, porque es a Él mismo al que adoramos ya que está real y verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del altar.

Es por esto que debemos hacer un estilo de vida especial donde la adoración a la Eucaristía sea el centro y que sea nuestro motor para realizar todo lo demás.

Si logramos crear en el corazón de nuestros hijos esa actitud de amor, respeto y adoración por Jesús en la Eucaristía, estaremos formando ciudadanos del cielo, peregrinos en este mundo pero con el corazón unido a Jesús y con esto también provocaremos que se alejen de las cosas mundanas, no porque sean malas, sino porque las cosas del cielo, las cosas de Jesús son mejores.

Esta fiesta de Corpus Christi será especial y debemos vivirla al máximo, así como la Iglesia nos lo propone y como los medios nos lo permiten.

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