Indudablemente Domenico Dolce y Stefano Gabbana han dado un valiente testimonio: “Nosotros, pareja gay, decimos no a las adopciones gay. Basta de hijos de la química y úteros en alquiler. Los hijos deben tener un padre y una madre”. Cada uno ha dado muestras de ser un gay sensato, un gay que se atreve a pensar por sí mismo, un gay que disiente de la tiranía de lo políticamente correcto, un “hereje gay”. Los pontífices del pensamiento monopólico no lo han podido tolerar y Elton John los “ha excomulgado” invitando a boicotear sus productos.
Las redes sociales y los medios de comunicación han sido testigos de lo que parecía ser un “pleito de lavadero”, pero entre gays prominentes, es decir, de caché. Sin embargo, D&G se han limitado a realizar declaraciones la mar de sensatas, y lo único que han pedido es que se respete su libertad de expresión, denunciando la “intolerancia de los tolerantes”.
Aquí un breve elenco:
Domenico Dolce: “La vida tiene un recorrido natural, hay cosas que no se deben modificar. Una de ellas es la familia”. “Soy gay, no puedo tener un hijo. Creo que no se puede tener todo en la vida. Es también bello privarse de algo”. “Tú naciste de un padre y de una madre. O al menos debería ser así, no me convencen los hijos de la química, los niños sintéticos, los úteros de alquiler, las semillas elegidas en un catálogo”.
Por su parte, Stefano Gabbana señala: “no me convencen los que yo llamo «hijos de la química», niños sintéticos, úteros de alquiler, semen elegido por catálogo. Y luego vete a explicar a estos niños quién es la madre. Procrear debe ser un acto de amor. Hoy ni siquiera los psiquiatras están listos para afrontar los efectos de estas experimentaciones”.
La actitud inversa más bien parece la de un grupo de resentidos y acomplejados, incapaces de tolerar que nadie piense diferente a como ellos lo hacen. Elton John: “Su pensamiento arcaico está pasado de moda, como su ropa. Nunca volveré a llevar Dolce&Gabanna”. “¿Cómo se atreven a llamar «sintéticos» a mis queridos hijos?”, refiriéndose a Zachary y Elijah, ambos nacidos del vientre de una madre alquilada.
No deja de ser inquietante el férreo dogmatismo de lo políticamente correcto que ataca, hiere y hace violencia a quien se distancie de sus dogmas. Al hacerlo, consigue infundir un miedo silencioso en los medios, cede a la tentación de imponer una forma única de pensamiento, inhibiendo cualquier manifestación contraria. No perdona en su fanatismo ni a sus congéneres, es decir, al grupo que dice representar y busca “defender”.
En efecto, las afirmaciones “satanizadas” no son de un cura, o de alguien de extrema derecha. Si dos gays exitosos y prominentes son duramente castigados, es lógico pensar que no son los únicos que piensan así y que muchas más personas temen externar su postura por miedo. Así opera la sutil dictadura del siglo XXI.
Felizmente no se han dejado intimidar y de nuevo, valientemente, han denunciado la incongruencia y la falta de libertad de expresión impuesta por el colectivo LGBT beligerante.
Stefano Gabbana en su cuenta de Instagram: “#Boycottdolcegabbana? Esto es intolerancia a las opiniones diferentes!!! Yo te condeno porque no piensas como yo!!!?? Locura!!! Es como si yo lo boicoteara a él porque ha tenido dos hijos (con fecundación) in vitro!! No soy un idiota!!! Tolerancia”.
En una entrevista es más explícito: “No me esperaba (esta reacción) de una persona a la que consideraba inteligente, como Elton John. Pero, ¿cómo? Predicas comprensión, predicas tolerancia y ¿después agredimos?, ¿todo porque otro piensa de forma diferente?” “¿Esto sería una forma democrática de pensar?, ¿iluminado? Es un ignorante en el sentido de que ignora que hay formas de pensar diferentes a la suya e igualmente dignas de respeto”. “Son diferentes opciones, diferentes vidas. Igual respeto. Pero veo que hay, especialmente en Internet, algunos gays homófobos: aquellos que ofenden otros gays que expresan ideas diferentes”.
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