El Papa en la cárcel / ¿Por qué no soy preso?

1) Para saber

En su reciente visita a México, el Papa Francisco declaró que no quería irse sin visitar a los presos para celebrar el Jubileo de la Misericordia con ellos.

Comentó que siempre se pregunta al entrar a una cárcel: “¿Por qué ellos y no yo? Y es un misterio de la misericordia divina… Quería reafirmarles una vez más en la confianza a la que Jesús nos impulsa: la misericordia que abraza a todos y en todos los rincones de la tierra. No hay espacio donde su misericordia no pueda llegar, no hay espacio ni persona a la que no pueda tocar”.

Recordó la urgencia de romper el círculo de la violencia: Es necesario una cultura, no del “descarte”, sino que se interese por la vida de las personas, de sus familias, y así prevenga cualquier delincuencia. Lo hace Jesús al invitarnos a ser misericordiosos visitando a los presos.

2) Para pensar

Carlos Adrián Vázquez Jr. tiene 18 años de edad y cumple una condena por homicidio involuntario en California. A los 15 años era muy desobediente: dejó la escuela, se juntó con pandilleros y se separó de su familia. Fue sentenciado a 11 años de cárcel por la muerte de una persona en una pelea de pandillas. Él no cometió el asesinato directamente, pero participó en el enfrentamiento. En la cárcel seguía en peleas, y quería terminar con su propia vida.

Todo cambió cuando le escribió al Papa por consejo del sacerdote, pues nunca imaginó que le contestaría: “Estimado Carlos: ¡Que la paz de Jesucristo esté contigo! Me complació recibir tu reciente carta”, comienza la respuesta del Pontífice.

“No lo podía creer. No creía que el Papa escribiría a alguien que está detrás de las rejas”, comentaba Carlos. Entonces ya no quiso poner fin a su vida: “Me dio mucha esperanza saber que hay gente como el Papa que todavía no ha renunciado a nosotros… El Papa tiene un lugar especial en su corazón para los presos”.

El Papa le informó que el Arzobispo de Los Ángeles, Monseñor José Gómez, abrirá una Puerta Santa de la Misericordia en la prisión, y lo invitó a vivir con sus compañeros el Jubileo de la Misericordia. Lo alentaba a que, junto con otros presos (aunque sirve para todos), “celebrara este año pasando tiempo con Jesús en oración, especialmente a través de las Sagradas Escrituras y los sacramentos, y siendo buenos y misericordiosos los unos con los otros…”.

Carlos también le escribió a la familia de la víctima de su delito, pidiéndole perdón, y aunque “no hay palabras que puedan devolver la vida que he destruido, espero que un día puedan perdonarme por mis acciones. Quiero vivir la vida que mi víctima no tuvo la oportunidad de vivir y quiero ser bueno”, aseguró. Sus padres no han dejado de visitarlo cada domingo.

3) Para vivir

Para evitar los delitos, el Papa pedía buscar una reinserción social que “comienza insertando a todos nuestros hijos en las escuelas, y a sus familias en trabajos dignos, generando espacios públicos de esparcimiento y recreación, habilitando instancias de participación ciudadana, servicios sanitarios, acceso a los servicios básicos, por nombrar sólo algunas medidas”.

 

@voxfides

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