Las Bienaventuranzas (VII) ¿Tengo buena vista?
Si queremos ver a Dios, se requiere tener la pureza del corazón. “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
Si queremos ver a Dios, se requiere tener la pureza del corazón. “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
La consagración de América Latina a la Virgen de Guadalupe es entregarse a sus brazos para obtener de ella su maternal protección.
Todos debemos aprender a ser misericordiosos, a perdonar sin guardar rencor. Además de reconocer que todos somos pecadores y necesitamos misericordia.
Orar, confiar, actuar y tener esperanza son los elementos que nos ayudará a tener fortaleza aún en los momentos más difíciles.
Al hablar a san Juan Diego, María de Guadalupe no sólo prefigura al primer latinoamericano, sino que extiende su mensaje a través de los siglos y los pueblos.
La consagración de América Latina a la Virgen de Guadalupe es entregarse a sus brazos para obtener de ella su maternal protección.
La autoridad civil condenó a Jesús a morir en la cruz a pesar de que el César no encontró culpa en él, pero prefirió la corrección política.
Al impartir la bendición Urbi et Orbi de manera extraordinaria, Francisco nos recordó que la humanidad está en la misma barca y que Dios está con nosotros.
La Pascua es la fiesta más importante para los cristianos, por eso es importante celebrar esta fiesta y expresar nuestra alegría entre nuestros familiares.
A pesar de que no podremos asistir a las ceremonias de Semana Santa, podemos experimentar lo que Jesús sufrió en su Pasión.
Para muchos es difícil perdonar el daño que han recibido y creen que no se puede. Ciertamente solos no pueden, hace falta la gracia de Dios que hay pedir.